El presidente Emmanuel Macron disolvió el Parlamento nacional tras su derrota en las elecciones al Parlamento Europeo, dejando al país solo ante el peligro de la extrema derecha.

Los electores han empezado a votar a las 8 de la mañana en unas elecciones que se postulan como históricas. Unos 49 millones de electores están llamados a las urnas para la primera vuelta de las elecciones. La segunda vuelta se celebrará el 7 de julio.

En estos comicios se renovarán 577 escaños parlamentarios. Sin embargo, el horizonte político del país se enfrenta a una seria sacudida: los últimos sondeos publicados antes del final de la campaña, en la medianoche del viernes, otorgan a la extrema derecha entre el 35 y el 36,5% de los votos. La alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular obtiene entre el 27,5% y el 29% de los votos, mientras que los macronistas se sitúan entre el 20,5% y el 21%.

Debido a la complejidad del sistema electoral, algunos sondeos sugieren que es posible una mayoría absoluta (al menos 289 escaños) para la ultraderechista Agrupación Nacional y sus aliados. Algunos medios de comunicación y partidos de derechas también han legitimado a la extrema derecha. Se espera que los primeros resultados se anuncien el domingo a las 20.00 horas.

Los encuestadores y los políticos esperan que la participación sea mucho mayor que en las elecciones legislativas de 2022, en las que participó el 47,51% de la población. Esta vez la participación podría llegar a dos tercios de los votantes registrados.

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