El 10 de octubre de 2015, 104 personas perdieron la vida y más de 500 resultaron heridas por un atentado del ISIS que tuvo como objetivo una concentración por la paz promovida por las Fuerzas del Trabajo y la Democracia en la capital turca, Ankara.

La Asociación por la Paz 10 de Octubre organizó una conmemoración en memoria de las víctimas en la zona frente a la estación de tren de Ankara, escenario del mortal atentado, desplegando una enorme pancarta con las fotos de los fallecidos.

En una declaración tras un minuto de silencio, el administrador de la Asociación por la Paz 10 de Octubre, İshak Kocabıyık, recordó a las víctimas de la masacre de Suruç, en la que murieron 33 personas el 20 de julio de 2015. En el atentado de hace siete años, 33 personas, en su mayoría jóvenes, murieron a manos de un asesino del ISIS, y otras 104 resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. El atentado se produjo cuando 300 personas se reunieron en el Centro Cultural de Amara por convocatoria de la Federación de Asociaciones de Jóvenes Socialistas (SGDF) para dar una rueda de prensa antes de partir hacia Kobanê. El viaje previsto al norte de Siria debía ser un acto de solidaridad. Los jóvenes querían llevar juguetes para niños y suministros de ayuda humanitaria a la ciudad destruida por el ISIS.

"Su camino es nuestro camino, y su sueño es nuestro sueño. Lo que ellos querían entonces es ahora nuestra deuda, que les devolveremos", dijo Kocabıyık.

Señalando la "reorganización de los mercenarios del ISIS en Turquía", continuó: "Sus imágenes han sido publicadas, con las armas en las manos y las caras cubiertas. El Estado, que rastrea cada cosa que escribimos en las redes sociales, no dice nada sobre la organización del ISIS en Turquía. Además, si los capturan por casualidad, no se molestan en liberarlos en pocos días".

Tras recordar que los tiempos oscuros y sangrientos comenzaron con el atentado del ISIS en Diyarbakır el 5 de junio de 2015, Kocabıyık añadió: "Al atentado suicida de allí le siguió el de Suruç el 20 de julio, y el de Ankara el 10 de octubre. Nuestra lucha por la justicia, que ha continuado durante 81 meses, no terminará. Con el compromiso que heredamos de las víctimas, estamos decididos a seguir luchando. Si la paz ha de llegar, lo hará a través de nuestra lucha. Uniremos nuestro dolor desde Diyarbakır hasta Suruç, y nunca abandonaremos la lucha."