Un alto funcionario de los servicios de seguridad de Erdogan viajó a Toubrouk, en Libia, para reunirse con Akila Salah, el jefe del parlamento que sigue siendo el frente político del mariscal Haftar.
Según Mondafrique, una página web de noticias de investigación en el Magreb, un alto funcionario de los servicios de seguridad de Erdogan viajó a Toubrouk, en Libia, para reunirse con Akila Salah, el jefe del parlamento que sigue siendo el frente político del mariscal Haftar.
Según Mondafrique, las reuniones secretas "ocupan el lugar de una mediación de la ONU que se hizo imposible por la falta de voluntad de los rusos y los turcos". Los primeros apoyan tradicionalmente al Ejército Nacional Libio (ANL) del mariscal Haftar y los segundos al Gobierno de la Unión Nacional (GAN) del primer ministro Faiez Sarraj".
Fortalecidos por su dominio en cada uno de los dos campos, Rusia y Turquía están ahora decididos a constituir una especie de condominio que pretende hacerse pasar por intermediarios forzados en la crisis libia.
De repente, según el diario digital, "los emisarios de Erdogan y Putin están aumentando los viajes discretos. La sorpresa, sin embargo, es ésta: un alto funcionario de los servicios de seguridad turcos fue a Toubrouk para reunirse con Akila Salah, el jefe del parlamento que hasta hoy era considerado un aliado incondicional del mariscal Haftar".
La reciente iniciativa de Turquía se produjo después del acuerdo de alto el fuego en octubre del año pasado, resultado de las negociaciones llevadas a cabo bajo los auspicios de la ONU. También se llegó a un acuerdo sobre la celebración de elecciones generales en diciembre de 2021. Sin embargo, ambas partes tienen dificultades para acordar quiénes serán los gestores del proceso de transición.
