El ministro de Justicia iraquí, Khalid Shivani, informó que hay 65.000 reclusos en 31 prisiones en todo el país, y que las instalaciones operan al 200% de su capacidad.

"Cuando asumimos el cargo, el hacinamiento era del 300%; lo redujimos al 200% en dos años. Nuestro objetivo es alcanzar estándares internacionales el próximo año", dijo Shivani a The Associated Press.

Bajo la ley de amnistía general que entró en vigor en enero, se liberó a 2.118 presos de las cárceles dependientes del Ministerio de Justicia. Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos están preocupadas porque las disposiciones de amnistía podrían incluir también a delincuentes por corrupción y terrorismo.

El ministro señaló que se han construido cuatro nuevas prisiones para resolver el problema de capacidad, y que se están realizando esfuerzos para mejorar las condiciones con dos instituciones recién inauguradas y seis ampliadas. También se están llevando a cabo negociaciones con varios países para extraditar a cientos de miembros extranjeros de ISIS detenidos en las prisiones del país.

La pena de muerte en el país ha sido suspendida temporalmente bajo la ley de amnistía.