Diputados kurdos permanecieron como rehenes durante dos años

Hace dos años, once diputados del HDP fueron arrestados en Turquía. Tras dos años de prisión, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos debe decidir ahora.

El 4 de noviembre, once diputados del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fueron detenidos en Turquía. En mitad de la noche, los líderes del partido Selahattin Demirtaş y Figen Yüksekdağ, así como Nursel Aydoğan, Sırrı Süreyya Önder, Selma Irmak, Ziya Pir, Ferhat Encü, Gülser Yıldırım, İdris Baluken, Leyla Birlik y İmam Taşçıer fueron sacados de sus casas. Mientras que Sırrı Süreyya Önder, Ziya Pir y İmam Taşçıer fueron puestos en libertad más tarde en contra de la presentación obligatoria de informes, otros fueron puestos en prisión preventiva tras el levantamiento de su inmunidad parlamentaria. Desde entonces, han estado detenidos en varias prisiones de Turquía.

El abogado Reyhan Yalçındağ pertenece al equipo de defensa de los antiguos diputados detenidos. Dado que en Turquía se han agotado todos los recursos legales, el caso se ha llevado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Como explica el abogado, desde el punto de vista del equipo de la defensa, se han violado cinco artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos, entre ellos el derecho a la libertad de expresión, la libertad de asociación y de organización y el derecho a votar y a presentarse a las elecciones. Los abogados exigen una indemnización y el levantamiento de las órdenes de detención. En el caso de Selahattin Demirtaş, Figen Yüksekdağ, Nihat Akdoğan, Abdullah Zeydan, Selma Irmak, İdris Baluken, Ferhat Encü, Gülser Yıldırım y Çağlar Demirel, el veredicto del TEDH está pendiente.

Reyhan Yalçındağ evalúa las detenciones como una medida contra la entonces emergente "esperanza de una solución democrática". En el transcurso del 4 de noviembre, de los 104 gobiernos locales kurdos, 96 fueron puestos bajo una administración obligatoria, afirma el abogado: "53 alcaldes y nueve diputados del HDP siguen en prisión."

Según Reyhan Yalçındağ, se está implementando una "ley de animosidad" contra los políticos kurdos. "Están siendo detenidos como resultado de actividades que no están castigadas por la ley penal. Por eso hablamos de una 'ley de la hostilidad'. Por ejemplo, Idris Baluken ha sido condenado a 18 años de prisión por sus discursos en actos públicos. Estos discursos no tenían otro contenido que el de ser diputado".