La huelga de hambre iniciada en varios lugares para exigir el fin del aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, ha superado los 70 días.
Día tras día ha ido aumentando la participación en esta. El 12 de enero, Mehmet Öcalan fue a Imrali y visitó a su hermano Abdullah Öcalan.
Los detalles de la visita aún no se han hecho públicos, aunque se sabe que duró unos 15 minutos.
Gülseren Yoleri, presidenta de la delegación de Estambul de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), le dijo a ANF que la breve visita fue una forma de diseminar la confusión entre los activistas en huelga de hambre.
Según Yoleri, el hecho de que Öcalan viva no significa que no esté privado de sus derechos.

El aislamiento es tortura
Yoleri, quien ha trabajado durante muchos años en las cárceles, especialmente en las cárceles de tipo F, subrayó el trabajo en curso contra el aislamiento. Este lleva mucho tiempo implementándose en Turquía y es conocido en el mundo como una forma de tortura.
"Son muchas las investigaciones las que apoyan la eliminación de esta práctica. Como IHD, llevamos exigiendo esto desde antes del 19 de diciembre y lo seguimos haciendo ahora. Porque la única definición de aislamiento es la tortura".
Yoleri añadió: “Hoy, cuando observamos los derechos en prisión, podemos decir que el derecho de socialización de 10 horas se ha implementado de manera incorrecta o no se implementado lo suficiente. En muchas cárceles este derecho de socialización se limita a las 3 o 1 hora. El número de personas reunidas depende de la actitud arbitraria de cada administración. Uno de los temas que debe subrayarse es que el aislamiento tiene un impacto en la salud física y mental de los reclusos. El aislamiento afecta negativamente la salud de las personas. Después de entrar en prisión, las personas sin problemas de salud o las personas con problemas de salud leves experimentan un rápido deterioro de esta tras ser sometidos al aislamiento. A menudo incluso están aislados de una voz humana. El único sonido que escuchan son palabras impertinentes e insultantes".
Por otro lado, dijo Yoleri, “el aislamiento se profundiza con los castigos disciplinarios. Por ejemplo, está prohibido recibir cartas y visitas. Sabemos que algunos presos no han podido reunirse con sus familias durante casi un año debido a los castigos disciplinarios. Esta práctica es una tortura. Las investigaciones muestran que cuando un prisionero se reúne con menos de 15 personas, está en régimen de aislamiento. Los presos en las cárceles de Turquía se enfrentan a compartir celdas con otros dos reclusos o solos".
En Imrali hay un tipo especial de aislamiento
Yoleri continuó su evaluación: “Desde 1999, en Imrali, vimos que se aplicaba una normativa completamente diferente. En Imrali hay prácticas y regulaciones de aislamiento mucho más duras. Es una legalidad diferente en su conjunto. Siempre hemos dicho y seguimos diciendo que este aislamiento, que también se impone a los otros tres prisioneros que fueron trasladados allí, es una forma severa de tortura y debe terminar de inmediato ".
Las demandas de los huelguistas de hambre son una preocupación social
Yoleri subrayó que la demanda de Leyla Güven y todos los huelguistas de hambre es una preocupación social.
"Hay aislamiento en todas las cárceles", dijo, pero la huelga de hambre tiene una demanda central: el fin del aislamiento en Imralí contra Öcalan. Existe la creencia de que el aislamiento terminará en otras prisiones si se resuelve en Imrali, y eso es cierto. Por eso se insiste tato en ese punto.
Las huelgas de hambre continuarán si no se termina el aislamiento en Imrali. Esta acción está relacionada con la paz y la democracia. Porque si le preguntas a alguien en la calle, él o ella te dirá que en Turquía no hay ley ni justicia. De hecho, todos dicen que no hay paz. Porque si quieres ley y justicia, quieres paz".
"Es por esto que la huelga de hambre puede parecer exigir algo específico, mientras que en realidad está demandando algo que concierne a toda la sociedad. Esta no es una acción limitada a los kurdos o Öcalan. Esta es una acción que involucra las necesidades de libertad, democracia y justicia en todos los segmentos de la sociedad. Es muy importante explicarlo.
Los primeros movimientos y acciones se organizaron para contrarrestar la negación y el rechazo de los kurdos. Romper esta percepción general es fundamental. Mientras esta percepción general no se rompa, la sociedad se dividirá en dos. Pero esto no cambiará el hecho de que la huelga de hambre cubre las demandas de toda la sociedad".
El aislamiento en Imrali continúa
La presidenta del IHD en Estambul, Gülseren Yoleri, declaró que la visita de Öcalan con su hermano demostró que el estado intenta confundir a la sociedad:
"Soy de la opinión de que el Estado ha concedido la visita a Mehmet Öcalan como una forma de disuadir a los huelguistas de hambre. Dijeron: 'Aquí está, Öcalan no tiene ningún problema de salud, por lo que no hay nada más que cuestionarse'. Sin embargo, hay una cosa más que tenemos que decirle a la sociedad: el hecho de que una persona esté viva no significa que una persona viva una vida adecuada y con dignidad. Porque los seres humanos son humanos con sus derechos y libertades.
Necesitamos saber que Öcalan está utilizando los derechos y libertades que posee para aceptar que es un ser humano. Para esto, necesita hablar con sus abogados, tener una relación saludable con el mundo exterior y hablar con su familia. Porque como todo prisionero, Öcalan también tiene derechos y su aislamiento se agrava cuando no puede ejercerlos".