El ex legislador del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Yiğitalp subrayó que el gobierno no respeta las leyes del país. "Tenemos una responsabilidad moral y debemos organizarnos para crear conciencia", dijo.

Sibel Yiğitalp fue diputada de la 25ª y 26ª legislatura del HDP en Amed y miembro del Consejo de Presidencia de Derechos Humanos de la Asamblea de Turquía. Actualmente, vive en el extranjero como exiliada política. Yiğitalp afirmó que Turquía es el primer país de Europa en número de cárceles y presos y subrayó que este año se añadirán 18 nuevas cárceles a las 384 existentes, y 40 más hasta 2024.

Yiğitalp recordó que se ha aplazado la liberación de al menos 100 presos kurdos. Subrayó que 7 presos enfermos perdieron la vida en los últimos meses de 2021. "Incluso cuando observamos cómo mueren los presos, cómo se sacan sus cuerpos de la cárcel y cómo se les entierra, podemos ver que hay una determinada política llevada a cabo por el gobierno y no podemos decir que estas muertes sean normales."

Yiğitalp señaló que a los presos gravemente enfermos se les da por muertos y posteriormente "se les encuentra muertos". "Si un preso que está vigilado las 24 horas del día por cámaras y sometido a una violencia sistemática y a una presión psicológica es encontrado muerto, significa que ha sido asesinado. Los derechos de los presos gravemente enfermos, incluido el derecho a ser tratados y el derecho a pasar sus últimos días en el exterior, se suspenden y se acelera así su muerte. Después, se aducen decisiones de confidencialidad y otras razones para no dar información sobre su situación".

El odio hacia los kurdos continúa en las cárceles

Yiğitalp declaró que los malos tratos contra el alto político kurdo Aysel Tuğluk, que sigue en prisión a pesar de estar gravemente enfermo, muestran la hostilidad kurda del gobierno del AKP-MHP. "El gobierno actual considera a los presos como rehenes, ataca y mata a los presos kurdos tras cada resistencia kurda. Las autoridades estatales ni siquiera proporcionan vehículos funerarios. Esta es una práctica que va más allá de la ley del enemigo. Las autoridades turcas no conocen límites cuando se trata de la anarquía. Tenemos una responsabilidad moral y debemos organizarnos para concienciarnos", concluyó Yiğitalp.