La Campaña Paz en Kurdistán emitió un comunicado respecto al llamamiento por la paz realizado por Abdullah Öcalan. Un llamamiento que, según el comunicado, “ofrece esperanza tanto para turcos como para kurdos. Turquía ha entrado ahora en una crisis política y necesita la paz más que nunca”.
El comunicado añade que “en una dramática aparición pública desde su celda en la prisión de Imralı, flanqueado por una delegación de políticos electos y su equipo legal de visita, Öcalan emitió su llamamiento en febrero leyendo una declaración preparada en la que se dirigió directamente a sus seguidores dentro del movimiento kurdo y a los líderes políticos turcos.
El llamamiento fue el último intento del líder kurdo por romper el estancamiento del proceso de paz, sobre el cual ejerce una influencia fundamental a pesar de sus décadas de encarcelamiento en Imralı”.
Paz en Kurdistán afirma: “Repetidamente a lo largo de los años, y desde mucho antes de su captura por parte de Turquía, Öcalan ha expresado sus ideas sobre la paz en escritos y discursos sucesivos, que constituyen una meticulosa hoja de ruta para alcanzar un acuerdo negociado duradero que resuelva el histórico conflicto entre el Estado turco y el pueblo kurdo.
Dicha resolución eliminaría una herida que ha supurado desde la misma fundación de la República de Turquía hace más de un siglo, ya que el conflicto armado de cuarenta años entre Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) debe entenderse, en realidad, como el último capítulo de esta lucha centenaria, cuyas raíces están entrelazadas con la negación misma de la existencia del pueblo kurdo por parte de un Estado fundado sobre la ideología kemalista de 'una nación, un pueblo, una lengua', en la que no se toleraba ninguna identidad que no fuese la turca”.
Este último llamamiento de Öcalan, señala Paz en Kurdistán, “fue recibido con gran expectación por los kurdos, quienes continúan viéndolo como el líder político natural de su pueblo y su movimiento. Su apoyo sigue siendo inquebrantable a pesar de todas las maquinaciones del Estado turco para quebrar esa lealtad y separar a los kurdos de su líder mediante métodos de aislamiento, represión, difamación y fuerza bruta.
Todos estos esfuerzos han resultado inútiles, y el apoyo a Öcalan y al movimiento nacional kurdo que fundó no ha dejado de crecer, incluso cuando ya han nacido generaciones de kurdos que solo han conocido a Öcalan como prisionero político. Lograr su liberación se ha convertido en un símbolo inseparable de la libertad del propio pueblo kurdo”.
El comunicado subraya que “las ideas de Öcalan han seguido inspirando porque encarnan esa cualidad vital que todas las personas que resisten la opresión necesitan para sostener su lucha: la esperanza. Para los kurdos, su lucha política ha sido y sigue siendo una lucha existencial contra la aniquilación. El llamamiento de Öcalan por la paz representa también una oportunidad para que Turquía resuelva uno de los factores clave que contribuyen a la desestabilización del país.
Estos movimientos incipientes hacia la ruptura del estancamiento suponen un desarrollo enormemente positivo en la búsqueda de la paz y representan un verdadero signo de esperanza en una Turquía que se enfrenta a una creciente crisis política nacional”.
El comunicado añade que “recientemente, el 19 de marzo, un destacado opositor del presidente, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu, fue detenido y encarcelado por presunta corrupción, en lo que ha sido ampliamente interpretado como un abuso de poder cínico y una maniobra política para impedirle desafiar a Erdoğan en las elecciones presidenciales previstas para 2028.
El proceso de paz necesita ganar impulso, y su éxito es aún más urgente en el contexto de esta crisis cada vez más profunda, en la que las protestas populares y el creciente malestar han llevado ya a miles de arrestos. La ciudadanía turca se ha indignado ante la detención de opositores políticos del presidente Erdoğan, quien lleva ya 22 años en el poder, primero como primer ministro y luego como presidente”.
El comunicado continúa: “Abdullah Öcalan tiene ahora 76 años y está encarcelado desde 1999. Su más reciente llamamiento por la paz ofrece posiblemente la última oportunidad para que Turquía logre una paz duradera con los kurdos, cuya resolución tendrá un impacto en todo el país, en sus aliados, en sus vecinos como Siria, y en toda la región. Todos tienen un interés en que este renovado proceso de paz tenga éxito, por lo que deben redoblar todos los esfuerzos y utilizar su influencia para este fin.
Está comenzando a perfilarse un camino hacia la resolución de la cuestión kurda que implica la liberación de Abdullah Öcalan y la inclusión del movimiento kurdo dentro del marco político. Es gracias a la visión de futuro de Öcalan que puede eliminarse el estancamiento político.
Este desarrollo representa una oportunidad histórica para que los kurdos sean incorporados dentro del ámbito de actividades democráticas, pacíficas y legítimas. Pero el proceso sigue siendo frágil y no debe ser desperdiciado en medio del creciente caos político que se vive actualmente en Turquía. Es hora de actuar por la paz, es hora de liberar a Öcalan”.