En mayo de 2017, la activista británica de 27 años Anna Campbell, también conocida por su nombre de guerrillera Helin Qerecox, viajó a Siria para unirse a las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) para luchar contra el ISIS. El 15 de marzo de 2018, Anna cayó en un ataque con misiles de las Fuerzas Armadas turcas durante el bombardeo masivo contra el cantón kurdo de Afrin, en Rojava, en la que Ankara bautizó como la ‘Operación Rama de Olivo’.

Su padre, Dirk Campbell, lidera ahora una campaña para que los restos de su hija, que aún yacen en el campo de batalla (se conoce el lugar exacto donde yacen), sean devueltos a su familia en el Reino Unido.

A pesar de las extensas conversaciones mantenidas con la Cruz Roja Británica y la Oficina de la Commonwealth y Desarrollo de Ultramar, el gobierno británico se ha negado a tomar ninguna medida.

Campbell encargó al bufete de abogados McCue Jury & Partners, junto con el Consejo de Turquía, que hiciera gestiones formales sobre el asunto ante el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. También se solicitó a las autoridades turcas competentes que los restos y las pertenencias de Anna fueran devueltos a su familia. Pero hasta ahora no ha habido respuesta.

En julio de 2021 se presentó una solicitud ante el Tribunal Administrativo turco para hacer valer los derechos del padre de Anna, pero Turquía se niega a comprometerse sustancialmente. El Estado turco tiene un largo historial de incumplimiento del derecho internacional humanitario, incluyendo ataques indiscriminados contra zonas residenciales en el norte de Siria y el incumplimiento de la obligación de respetar y proteger a los muertos durante el conflicto armado.

En un comunicado de prensa, el bufete de abogados que representa a Dirk Campbell ha afirmado que aún no es demasiado tarde para que Turquía cambie de actitud. “Una declaración del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de que los derechos del Sr. Campbell han sido violados y que los restos de Anna deben ser devueltos al Reino Unido proporcionaría a su familia el cierre que han estado buscando durante los últimos cuatro años”, han dicho los abogados.

Para mantener esta lucha, el padre de Anna ha lanzado una campaña internacional.

En un comunicado, ha explicado: “El Estado turco mató a mi hija. (Ella) no estaba involucrada en ninguna acción agresiva contra Turquía, sino que intentaba proteger a la población de Afrin de los ataques turcos. Las autoridades turcas se han negado sistemáticamente a reconocerlo o a admitir la responsabilidad de la muerte de Anna”.

La invasión turca de la región kurda de Siria “equivale a la invasión rusa de Ucrania, matando y expulsando a miles de civiles inocentes y cometiendo crímenes de guerra, atrocidades y abusos contra los derechos humanos”, ha dicho Dirk. “Occidente está tomando ahora medidas contra Rusia, pero Occidente nunca ha tomado ninguna medida contra Turquía, miembro de la OTAN, por hacer exactamente lo mismo en Siria”.

El padre de Anna ha señalado que las acciones legales contra el gobierno turco son “por violar mi derecho humano al negarse a recuperar y repatriar el cuerpo de mi hija. Aunque tienen el control del cantón de Afrin, las autoridades turcas se han negado incluso a responder a mi petición de que me den un paso seguro para llegar hasta el lugar donde mataron a mi hija. Se han negado a dialogar conmigo”.

Campbell añade que el Ministerio de Asuntos Exteriores británico “no ha sido de ninguna ayuda”, por lo que llevará el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, “donde espero que se haga justicia y que la atención internacional se fije en los crímenes contra la humanidad generalizados de Turquía”.

Para apoyar la campaña de la familia de Anna Campbell puedes hacer clic aquí.