El Partido Socialista de Malasia (PSM) condenó enérgicamente en una declaración la nueva ofensiva transfronteriza intensificada de las fuerzas armadas turcas contra los kurdos.

La declaración firmada por Choo Chon Kai, miembro del Comité Central del PSM, dice: "Mientras las noticias internacionales están dominadas por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, no debemos ignorar la agresión en curso contra los kurdos por parte de Turquía, miembro de la OTAN, con la última agresión que tiene lugar en el Kurdistán del Sur (norte de Irak). El ejército turco también está intensificando su ataque a los territorios liberados de Rojava (noreste de Siria)".

El comunicado añade: "Recep Tayyip Erdoğan, el cada vez más autoritario presidente turco que hipócritamente pretendía ser un "pacificador" en la guerra de Ucrania, ha ordenado la última ronda de ataques transfronterizos que comenzaron el 17 de abril de 2022, dirigidos a las zonas controladas por las guerrillas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sur del Kurdistán (norte de Irak). Uno de los planes de Erdoğan es tomar los territorios controlados por el PKK y establecer allí sus propias bases militares. El ejército turco ya ha establecido decenas de bases militares en la región. Paralelamente a la invasión turca del Kurdistán del Sur (norte de Irak), el ejército turco sigue desplegando aviones no tripulados para atacar y matar a personas en Rojava (noreste de Siria).

A nivel interno, el régimen de Erdoğan está llevando a cabo una represión sistemática contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) pro-kurdo. Desde 2016, más de 10.000 miembros del HDP han sido arrestados bajo todo tipo de cargos inventados, y más de 4.000 de ellos siguen en las cárceles, incluyendo miembros del parlamento y alcaldes elegidos democráticamente."

El PSM hizo un llamamiento, exigiendo que "Turquía debe cesar inmediatamente su agresión militar en el Kurdistán del Sur (norte de Irak) y retirar todas sus tropas de la región; la reanudación de las negociaciones -en las que el PKK ha mostrado su disposición a participar- para encontrar una solución sostenible y justa que restablezca la paz en la región del Kurdistán; Reconocimiento del derecho democrático a la autodeterminación de los kurdos y de todos los nacionales de la región del Kurdistán, como base para una solución política a la "cuestión kurda"; Liberación de todos los presos políticos en Turquía; Fin de la represión de los movimientos políticos pro-kurdos en Turquía".