MUERTE DEL PRESIDENTE IRANÍ
Incluso antes de que se anunciara oficialmente la muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisi, se pudo observar el lanzamiento de fuegos artificiales en las ciudades, especialmente en Rojhilat (Kurdistán Oriental), y mucha gente celebró la muerte del gobernante represivo.
El accidente en el que murieorn todos los pasajeros del helicóptero ocurrió cerca de Jolfa, una localidad en la frontera con Azerbaiyán, a unos 600 kilómetros al noroeste de la capital iraní, Teherán. El presidente se encontraba de viaje en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental. También habría muierto el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian. Hasta el momento se habla oficialmente de un accidente debido a las malas condiciones meteorológicas.
La muerte de los dirigentes del Estado obviamente tienen el potencial de abrir una válvula para la liberación del régimen de los mulás. Esto es evidente en las celebraciones en muchas ciudades con motivo del accidente. En los medios virtuales circulan imágenes de fuegos artificiales lanzados en ciudades iraníes y kurdas. También se lanzaron fuegos artificiales en Seqiz (Saqqez), la ciudad natal de Jina Amini, asesinada por la policía moral iraní, y la gente celebró con el lema Jin-Jiyan-Azadî.
El asesino en masa Ebrahim Raisi
Ebrahim Raisi es extremadamente odiado como responsable de la muerte de decenas de miles de personas. Como fiscal general adjunto de Teherán en 1988, fue directamente responsable de la ejecución de aproximadamente 10.000 prisioneros políticos. En ese momento, según grupos de derechos humanos, era uno de los cuatro jueces del infame Comité de la Muerte, un tribunal secreto creado en 1988 que ejecutó a miles de prisioneros. Como presidente, fue el principal responsable de la brutal represión del levantamiento de Jin Jiyan Azadi en Kurdistán Oriental e Irán y de la posterior profundización del terrorismo de Estado islamista patriarcal.
La UE ofreció a Irán mapas de emergencia satelitales para ayudar al régimen iraní a encontrar el helicóptero, mientras que el Departamento de Estado de Estados Unidos se limitó a decir que estaba siguiendo de cerca el incidente. El político Niema Movassat (Die Linke) criticó claramente la oferta de ayuda de la UE y afirmó: “Cuando el pueblo de Irán salió a las calles, la UE no hizo nada, salvo algunas palabras cálidas, pero ahora quiere ayudar. Para encontrar al asesino en masa”.
El régimen intenta proporcionar estabilidad
Si bien el régimen ha reunido a muchos de sus partidarios para orar por el presidente y se espera una representación masiva del funeral de Raisi, el actual jefe de Estado de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, está tratando de brindar estabilidad.
Jamenei declaró inmediatamente que no se interrumpirían los asuntos gubernamentales. Según la constitución iraní, el vicepresidente iraní, Mohammad Mokhber, asumiría las funciones presidenciales de forma interina en caso de muerte de Raisi. Según la Constitución, las elecciones presidenciales deberían celebrarse en un plazo de 50 días.
Al régimen ahora le preocupa no permitir espacios en los que pueda desarrollarse la resistencia. Sin embargo, los próximos días mostrarán lo que sucederá, porque la tensión en Rojhilat, Irán y Baluchistán es tan profunda que una chispa es suficiente para incendiar toda la casa.