El régimen coloca a un fideicomisario en el ayuntamiento del distrito de Esenyurt en Estambul

Tras la detención de su alcalde, Ahmet Özer, el miércoles por la noche, se ha nombrado a un síndico para el municipio de Esenyurt. Özer afirmó que la detención obedecía a motivos políticos.

GOLPE A LA DEMOCRACIA

El Ministerio del Interior turco nombró a un fideicomisario del municipio de Esenyurt, después de que su alcalde, Ahmet Özer (CHP), fuera puesto en prisión preventiva el miércoles por la noche acusado de 'pertenencia a organización terrorista'. 

El vicegobernador de Estambul, Can Aksoy, ha sido nombrado fideicomisario en lugar de Özer.

 

Özer declaró que había trabajado anteriormente en numerosas instituciones públicas como funcionario y que nunca antes se había enfrentado a ninguna investigación en su contra.

Özer añadió: «Llevo siete meses ejerciendo con éxito como alcalde, y ésta es una acción políticamente motivada en la que se está confiscando la voluntad del pueblo».

Özer subrayó que las acusaciones carecen de pruebas, y señaló que enmarcar sus trabajos y logros pasados como actos delictivos es una maniobra políticamente motivada.

Señaló que el proceso de nombramiento de fideicomisarios se presentó al público a través de los medios de comunicación, y añadió: «Todo esto ha sido fabricado, forzado y orquestado con maniobras políticas para destituirme».

Se han sentado las bases para el nombramiento de un administrador. Incluso cuando aún estaba en la fiscalía, algunos medios de comunicación afirmaban que ya se había nombrado a un administrador».

Özer también aclaró algunas de las supuestas reuniones y relaciones citadas en las acusaciones. Explicó que su encuentro con el ex diputado de Van, Remzi Kartal, se basó en que compartían antecedentes. Ambos son de la misma región y el encuentro se produjo en el marco de una conexión personal y humana.

Özer señaló que incluso un concierto organizado en colaboración con la Oficina del Gobernador del Distrito de Esenyurt fue citado como prueba contra él. Explicó que todos los aspectos de la organización del concierto corrieron a cargo de funcionarios y subrayó que le resultaba imposible controlar lo que se decía en el escenario.

Por último, Özer señaló que una investigación anterior sobre escuchas telefónicas tampoco había encontrado pruebas incriminatorias contra él. Destacando su residencia estable y la ausencia de riesgo de fuga, pidió su puesta en libertad.