Erdogan intensifica la guerra contra los kurdos para compensar su creciente impopularidad

Una vez más, el presidente Recep Tayyip Erdogan está intensificando la guerra de Turquía contra los kurdos para compensar su creciente impopularidad.

ANÁLISIS

Şahan Savaş Karataşli, profesor adjunto de sociología en la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro, explicó en un artículo publicado recientemente en Jacobin que detrás de esto estaba el desmoronamiento de la capacidad del régimen del partido AKP de brindar a su base política “ayuda directa y un amplio espectro de soluciones financieras rápidas” mientras la economía turca sigue decayendo.

“En un entorno político-económico sumamente inseguro y explotador, millones de personas se han vuelto dependientes no sólo del apoyo directo y la redistribución clientelista del gobierno del AKP, sino también de diversas ‘soluciones financieras’, como la proliferación de préstamos personales a corto plazo, tarjetas de crédito de fácil acceso y adelantos de efectivo para cubrir el alquiler, la comida y otras necesidades básicas. Mientras Erdogan insistía en bajar las tasas de interés -citando la ley islámica (Nass) como justificación- estaba facilitando el acceso al crédito a corto y mediano plazo, esencial no sólo para las empresas capitalistas sino también para el público en general. Esta fue una ‘solución’ temporal para retrasar y mitigar en parte los efectos de la profunda crisis.

“Sin embargo, como un drogadicto que necesita sus ‘dosis’ cada vez más frecuentes y potentes, gran parte de la población se volvió adicta a estas soluciones financieras, junto con la ayuda directa de los gobiernos estatales y locales, para sobrevivir. Esta estrategia contribuyó inevitablemente a la inflación masiva y elevó aún más el costo de la vida, pero junto con los aumentos esporádicos y pragmáticos del salario mínimo antes de las elecciones, ayudó al AKP a conservar el poder.

“El método que ha seguido el AKP para sortear la crisis hasta finales de 2023 se parece al de conducir cuesta abajo en un coche sin frenos, en el que la única forma de controlarlo es pisando más fuerte el acelerador, porque si se utiliza el freno de mano se desencadenaría un desastre aún mayor. Después de que Şimşek y la nueva administración económica empezaran a aplicar ‘suavemente’ el freno de mano endureciendo la política monetaria, impidiendo así los aumentos salariales y de pensiones y recortando las líneas de crédito, Erdogan empezó a enfrentarse a un descontento creciente, como lo indican los resultados de las elecciones locales de 2024”.

A esta presión se suma la perturbación del comercio de Turquía con Israel como consecuencia de la guerra en Gaza.

Karataşli sostiene que “un factor importante en la pérdida de poder del AKP fue la controversia sobre las empresas estatales turcas y los círculos empresariales vinculados al AKP que siguieron comerciando con Israel, incluida la venta de logística relacionada con lo militar, durante las atrocidades en Gaza. Esto ha alejado a muchos miembros de la población musulmana y ha permitido que partidos islámicos rivales, como el YRP, exploten la aparente hipocresía”.

Es una práctica antigua de los dictadores utilizar la agresión militar como forma de crear un chivo expiatorio para sus problemas económicos internos, y en esta fea tradición, Erdogan está intensificando la guerra contra los kurdos.

En esta última escalada de la guerra en curso, las fuerzas armadas turcas han desplegado alrededor de 1000 soldados y 300 tanques y vehículos blindados en la provincia de Duhok, en el Kurdistán iraquí (Bashur).

Según un comunicado del 7 de julio del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK), fuentes locales informan que se han establecido más de 110 bases militares hasta 35 kilómetros dentro del territorio iraquí.

“La reciente escalada de la presencia militar de Turquía en el Kurdistán iraquí con el pretexto de luchar contra las guerrillas del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) es una flagrante violación de la soberanía iraquí y una amenaza a la estabilidad regional. El despliegue de tanques, soldados y puestos de control por parte de Turquía en el interior del territorio kurdo iraquí es un claro intento de ocupar el Kurdistán iraquí. Esto conducirá a una escalada de la guerra a largo plazo con implicaciones regionales y globales. Las acciones agresivas del ejército turco, incluyendo el establecimiento de puestos de control, el interrogatorio de los usuarios de la carretera y el vaciado de aldeas, demuestran una ocupación de facto de la región que socava la soberanía de Irak y del pueblo kurdo”, advirtió el KNK.

Según la organización de derechos humanos Community Peacemaker Teams, con sede en Estados Unidos, Turquía ha llevado a cabo más de 800 ataques en la región de Bashur y la provincia de Nínive este año, lo que ha causado ocho muertes de civiles.

Según el KNK, el Estado turco pretende controlar las montañas de Gare, lo que podría suponer la pérdida del 70 o 75% del territorio del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK) en Duhok.

La aldea cristiana asiria de Miske, en la región Metina, en Duhok, fue destruida casi por completo por el ejército turco en ataques de artillería.

Las fuerzas turcas también están construyendo seis nuevas bases militares en la región de Zakho para protegerla del proyecto de desarrollo de la carretera iraquí-turca, y el GRK planea conectar su propio megaproyecto de carretera a la misma, mientras que el ejército turco cita preocupaciones de seguridad para justificar su mayor presencia.

También hay indicios de que las incursiones se extienden a la región de Sulaymaniyah, advirtió el KNK.

Una delegación de alto nivel de la Organización de Inteligencia Nacional de Turquía (MIT), encabezada por Mutlu Tuka, visitó Bagdad el 27 de junio para reunirse con funcionarios de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), probablemente como parte de la estrategia de Turquía para presionar a la UPK para que se una al Partido Democrático de Kurdistán (PDK) -que dirige el GRK- en una alianza con Turquía contra el movimiento de liberación del Kurdistán liderado por el PKK.

Sin embargo, la facción de la UPK en el Parlamento iraquí condenó las violaciones constantes de la región de Kurdistán y de la soberanía iraquí, alegando que representan riesgos para la seguridad nacional y la seguridad de los ciudadanos. Estas acciones se describen como claras violaciones del derecho internacional destinadas a perturbar la paz y violar la soberanía iraquí.

Mientras tanto, Turquía y sus milicias yihadistas aliadas continúan sus ataques contra Rojava, liberada por los kurdos, en el norte y el este de Siria. Según Medya News, Erdogan dio señales inquietantes de un cambio importante en su política hacia la dictadura de Bashar al-Asad en Siria, en una declaración del 28 de junio.

“No hay razón para no establecer relaciones con Siria”, declaró Erdogan, en un cambio significativo respecto de su retórica confrontativa anterior.

Después de romper relaciones con Siria durante la guerra civil de 2011, Turquía ha apoyado a varios grupos de oposición contra el régimen de Asad, con sede en Damasco, y ha llevado a cabo varias operaciones militares transfronterizas en Siria.

Estas operaciones llevaron a la ocupación de zonas anteriormente pobladas por kurdos, en particular el cantón de Afrin, desplazando a los residentes locales y reasentando en esas zonas a refugiados de las provincias de Damasco e Idlib, supuestamente para establecer una “zona segura” bajo control turco.

Turquía dice ahora que podría restablecer lazos con Damasco si Siria logra avances en la “lucha contra el terrorismo”, lo que sugiere que Asad debería cooperar con la campaña de Turquía contra los kurdos, cuyo objetivo es deshacer el estatus autónomo que estos últimos han logrado desde que derrotaron al Estado Islámico (ISIS) en Siria.

En una reciente entrevista con el servicio de noticias kurdo ANF, Aldar Xelîl, miembro del Consejo de Copresidencia del Partido de la Unión Democrática (PYD) de Rojava, explicó que el régimen de Erdogan “ve su existencia en la destrucción de los kurdos”.

“Ven su existencia en la liquidación del proyecto democrático. Según su lógica, si el proyecto de nación democrática se implementa aquí y el pueblo kurdo obtiene sus derechos y puede vivir libremente como otros pueblos, significará el fin de los turcos. ¿Por qué tienen tanto miedo? Porque la creación de la República de Turquía se basó en la aniquilación de los kurdos”.

FUENTE: Peter Boyle / Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina