La Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha presentado denuncias penales en las fiscalías de varias provincias kurdas sobre la campaña de destrucción dirigida a las tumbas de los combatientes kurdos caídos.

En las presentaciones penales, el HDP se refiere a la constitución y al código penal turco, declarando que "estos ataques inhumanos, que degradan los valores sociales, deben detenerse de inmediato y los perpetradores deben ser castigados".

En Hakkari, Van, Muş, Amed (Diyarbakir), Bingöl y Şırnak, las fuerzas de seguridad turcas utilizan sistemáticamente la fuerza bruta contra las tumbas de los guerrilleros. Cementerios enteros han sido devastados, las tumbas destruidas. La destrucción de las tumbas de la guerrilla ha sido una práctica de larga data del estado turco, pero recientemente ha adquirido una dimensión aún más sistemática. Las decenas de miles de mártires del movimiento de liberación kurdo están destinadas a ser borradas de la memoria social.

La Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK) señaló en una declaración publicada la semana pasada que la profanación de tumbas de guerrilla no está motivada por motivos sádicos, sino que tiene un objetivo político: hacer que los kurdos renuncien a su idioma, cultura y libertad.

La diputada del HDP Leyla Güven expresó sentimientos similares en una entrevista de ANF: "Este es un mensaje para la gente: 'No los toleraremos, ni vivos ni muertos'. Pero con el trauma viene la ira".

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