Canadá: "el aislamiento convierte nuestro mundo en una cárcel"

Yusuf Iba lleva 7 días en huelga de hambre en la ciudad de Toronto, en Canadá.

Como cientos alrededor de Europa, Kurdistán y Turquía, Yusuf Iba lleva a cabo una huelga de hambre en apoyo a la diputada del HDP por Hakkari, Leyla Güven, y a su demanda de poner fin al régimen de aislamiento impuesto al representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

Yusuf Iba es de Bazid, Agri, y es un refugiado político que pidió asilo en Canadá después de que los tribunales del Estado de Turquía le sentenciaran a numerosos años de cárcel.

Iba ha comentado que unas de las razones que le han empujado a iniciar la huelga de hambre han sido los duros ataques y masacres llevados a cabo por el Estado de Turquía contra Bakur (norte del Kurdistán) durante los 3 últimos años. “No tenemos oportunidad de vivir en nuestra tierra”, ha dicho. “El fascismo del AKP está sofocando cada sector de la sociedad, sin importar que se trate de jóvenes, niños, mujeres o personas mayores”.

Hasta que nos libremos del aislamiento’

Iba ha dicho que los kurdos, sin importar de donde sean, deben aumentar la lucha por la libertad. “Estoy preparado para continuar hasta el fin del aislamiento. No tenemos expectativas con el Estado de Turquía y la mentalidad del AKP”.

En referencia a la visita de Mehmet Öcalan a su hermano Abdullah Öcalan, el pasado sábado, Iba a comentado: “Esta visita ha sido un intento de acabar con la huelga de hambre. Decidí iniciar la huelga hambre una semana antes de esta visita. No la hubiese iniciado si las conversaciones con el líder hubiesen continuado. Para luchar contra la injusticia, me gustaría expresar que estamos con Leyla Güven. Su demanda es nuestra demanda”.

El aislamiento ha convertido el mundo en una cárcel

Iba, quien continuará con su acción ante el Parlamento en la capital de Canadá, ha dicho que si las demandas de los activistas en huelga de hambre no son aceptadas “haremos lo que sea necesario hacer. Nuestras demandas son demandas humanas. En tanto que siga el aislamiento, todo es una cárcel para nosotros. Los kurdos han sido rotos en mil pedazos y dispersados por todo el mundo. Esta acción es para hacer que nuestra voz sea escuchada”.

Cuando estaba estudiando en el Departamento de Cultura Religiosa de la Universidad de Kafka, Iba fue objeto de un ataque de elementos del ala derecha turca. “He recibido varias penalizaciones disciplinarias teniendo que alargar la escuela hasta dos años. He sido detenido en numerosas ocasiones y he sido objeto de la violencia policial. Han allanado nuestra casa numerosas veces y han asaltado a mi familia y a mí. Han puesto una pistola contra mi cabeza. He sido sentenciado a 7 años y 11 meses de cárcel. El caso está ahora en el Tribunal Supremo. Fui atacado por la policía durante la resistencia de Kobanê y condenado también entonces a 1 año y 6 meses de cárcel”.