Irán continúa reduciendo el caudal de agua que llega a Irak

Irán acaba de anunciar que reducirá en 7 mil millones de metros cúbicos el agua que fluye a Irak por el Río Tigris. La situación de desabastecimiento de agua se agrava aún más en Irak, golpenado con virulencia algunas ciudades como Basra.

El anuncio agravará inevitablemente los problemas de escasez de agua y polución que ya sufren algunas ciudades iraquíes, sobretodo la ciudad de Basra.

El Viceministro de Agricultura Iraní, Ali Murad Akbari, ha dicho que su país reducirá en unos 7 mil millones de metros cúbicos de agua el suministro hacia las fronteras occidentales y noroccidentales de Iraq, siguiendo las órdenes del líder supremo Ali Khamenei.

Akbar ha añadido que estas cantidades de agua serán usadas en tres grandes proyectos que ocupan un área de 550 mil hectáreas en Khuzestan (suroeste del país), y otras 200 mil hectáreas también en Khuzestan y Ilam (oeste del país).

“La falta de agua es una de las amenazas más serias a las que nos enfrentamos”, ha apuntado el viceministro.

“También dedicaremos 8 mil millones de dólares a los ministerios de energía y agricultura para controlar el proceso de canalización de agua”, ha informado Akbari.

Anteriormente Irán ya había canalizado agua del Río Tigris que iba hacia Irak hacia otras tierras en suelo iraní, causando una importante reducción del caudal del río.

El Gobierno Regional de Kurdistán ha acusado a Irán de “haber cambiado el curso del Río Karun y construir tres grandes embalses en el Río Karkh. Estos ríos son la principal fuente de agua de la región y de toda Irak”.

El bajo nivel del caudal en estos momentos es un grave problema para Irak, especialmente tras el impacto de la modificación del curso de los afluentes que iban hacia el país.

Basra ha visto como la escasez de agua y los niveles de polución, además del deterioro de los servicios públicos, han provocado importantes manifestaciones desde el pasado mes de julio.

Asimismo, el declive en la cantidad de agua que llega de Turquía, debido a la construcción de la Presa de Elso en enero de 2018, se añade a la reducción del agua procedente de Irán y por tanto Irak se encuentra en medio de serios temores de que el Río Tigris no pueda abastecer al país.