La Copresidencia del Consejo Ejecutivo de la KCK (Unión de Comunidades del Kurdistán) emitió una declaración con motivo del duodécimo aniversario del asesinato de las tres revolucionarias kurdas, Sakine Cansiz, Leyla Soylemez y Fidan Dogan, en el centro de la capital de Francia, París.
La declaración de la KCK del martes expresó lo siguiente:
“El 9 de enero de 2013, tres distinguidas mujeres de la lucha por la libertad kurda fueron martirizadas en París como resultado de una conspiración traidora. En un período en el que Rêber Apo (el líder Abdullah Öcalan) hizo grandes esfuerzos por resolver la cuestión kurda y la democratización de Turquía, y cuando, en el transcurso de esto, crecían las esperanzas, una vez más, fuerzas oscuras, maliciosas y genocidas llevaron a cabo esta masacre para presionar a Rêber Apo y quebrar la voluntad del pueblo y el movimiento. Al poco tiempo, se reveló que esta masacre fue llevada a cabo por el servicio de inteligencia nacional turco.
Condenamos una vez más esta despreciable masacre y conmemoramos con gratitud a todos los mártires de la revolución y la democracia en nombre de nuestras compañeras Sara, Rojbin y Ronahi, y nos inclinamos con respeto ante sus preciosos recuerdos. Nuestra lucha, que se desarrolla según el legado de los mártires, hará rendir cuentas a todos los responsables de estas masacres y asesinatos. Construiremos una vida igualitaria, democrática y libre en memoria de los mártires.
El ataque a tres mujeres luchadoras y revolucionarias tenía como objetivo debilitar la lucha por la libertad kurda y la lucha por la liberación de las mujeres. La camarada Sara fue uno de los cuadros fundadores del PKK. Fue una parte crucial de la resistencia en la prisión de Amed (tr. Diyarbakir), una de las resistencias más grandes y honorables de la historia contra la persecución y tortura del enemigo. Con su postura indomable, rompió la oscuridad que se extendía sobre el pueblo del Kurdistán en la prisión y se convirtió en una luz para nuestro pueblo. Con sus 40 años de lucha revolucionaria y gran labor, ha hecho una gran contribución al desarrollo de la lucha por la libertad kurda y al desarrollo de la lucha por la liberación de las mujeres. La resistencia de la camarada Sara ha sentado las bases para la lucha de las mujeres por la libertad en el Kurdistán. Y se ha convertido en un símbolo de la libertad de las mujeres, no sólo para las mujeres kurdas sino también para las mujeres de todo el mundo. Como dijo una vez Rêber Apo, la lucha de las mujeres por la libertad es la lucha de Sara.
Las camaradas Ronahi y Rojbin también fueron dos mujeres revolucionarias que dedicaron sus vidas por completo a esta causa, llevaron la libertad del pueblo y de las mujeres del Kurdistán en sus corazones y lucharon por ella.
El pueblo del Kurdistán lleva años exigiendo a los Estados europeos, en particular al Estado francés, que esclarezcan la masacre de París. Como movimiento, hemos hecho repetidas peticiones en este sentido. Si el Estado francés quiere liberarse de la condena del pueblo kurdo, debe tomar medidas para esclarecer la masacre de París. Pero hasta ahora no se ha tomado ninguna medida para esclarecer la masacre y a sus responsables. Esto no ha hecho más que aumentar nuestras dudas y preocupaciones y las de nuestro pueblo a lo largo de los años. No cabe duda de que fue el Estado turco el que llevó a cabo esta masacre. Nuestro pueblo y nuestro movimiento lo saben. Sin embargo, sabemos muy bien que el Estado turco no llevó a cabo esta masacre solo. Está claro que sin el apoyo de los Estados europeos y de los organismos de inteligencia, el Estado turco y el organismo de inteligencia nacional turco, el MIT, responsable de innumerables asesinatos y masacres, no habrían podido llevar a cabo esta masacre en un lugar como París. El hecho de que los Estados europeos, en particular Francia, no hayan tomado ninguna medida para esclarecer la masacre, a pesar de que han transcurrido doce años, demuestra que la masacre de París fue una operación de la OTAN y su grupo Gladio. La masacre de París debe ser esclarecida en todos sus aspectos. Hay que revelar quién ayudó al Estado turco y con qué interés.
El 3 de enero de 2016 se produjo una masacre similar en Silopi. Allí también fueron asesinadas tres mujeres pioneras de la lucha por la libertad, las camaradas Seve Demir, Pakize Nayir y Fatma Uyar. Las recordamos con respeto y gratitud. Es muy significativo que nuestro pueblo de Silopi haya defendido el legado de las tres este año con motivo del aniversario. Al comprender y proteger el legado de los mártires, podemos alcanzar la libertad y vivir en consecuencia. Sin esto, no es posible una vida digna y libre. Rêber Apo siempre ha subrayado su devoción al legado de los mártires y ha señalado que la lucha por la libertad es siempre una lucha para conmemorar a los mártires. Todo en el Kurdistán se logró sobre la base de la lucha de los mártires. Ellos y su legado deben abordarse correctamente, y la lucha por la libertad debe fortalecerse de acuerdo con esto”.