La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria critica la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de ampliar las entregas de ayuda humanitaria a Siria a través del cruce de Bab al-Hawa, cerca de Idlib, como una decisión política. El cruce de Til Koçer, en la frontera entre Irak y Siria, sigue cerrado. Desde que se cerró el cruce hace un año y medio, la ayuda de la ONU ha pasado por Damasco y sólo ha llegado con retraso al noreste, si es que ha llegado.
La Administración Autónoma dijo en un comunicado: "El 9 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió prorrogar la Resolución 2585 por otros seis meses. Según esta decisión, la ayuda humanitaria para Siria sólo llegará a través del paso fronterizo de Bab al-Hawa, controlado por el Estado turco y sus mercenarios. La decisión se produjo bajo la presión conjunta de Rusia y Turquía en el Consejo de Seguridad de la ONU y supone un castigo para los cinco millones de personas que viven en la región autónoma. El Consejo de Seguridad de la ONU ha tomado una decisión política y no cumple con su responsabilidad".
El comunicado añade: "Condenamos el desconocimiento de la ONU de la situación humanitaria en Siria. La zona autónoma está embargada por todas partes y la tragedia humanitaria se agrava. Millones de personas viven aquí en campamentos. Sus condiciones de vida seguirán deteriorándose.
Las personas desplazadas en su mayoría por la ocupación turca viven en 15 campamentos. No estamos en contra de la ayuda humanitaria a Siria, pero rechazamos el doble rasero que se aplica a la zona donde el ISIS ha sido derrotado".
El comunicado termina subrayando que "la decisión de la ONU demuestra que no se tiene en cuenta la situación humanitaria en Siria. Ha sido impulsada por Rusia y Turquía y aprobada por Estados Unidos. La ONU debe revisar inmediatamente esta decisión y abrir todos los canales de ayuda humanitaria a Siria, especialmente a través del paso fronterizo de Yarubiyah".