Los representantes de las organizaciones e instituciones yazidíes en la diáspora han hecho público un comunicado sobre la campaña de huelgas de hambre y han hecho un llamamiento al CPT, la ONU y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que actúen de acuerdo a sus responsabilidades.
A continuación reproducimos el comunicado:
“En un momento en el que la modernidad capitalista, especialmente las fuerzas internacionales hegemónicas, como el ocupante estado turco, continúa implementando el fascismo a través de las políticas de III Guerra Mundial, existe una resistencia y lucha por la libertad sin precedentes liderada por Öcalan para establecer un sistema democrático confederal.
Nosotros como instituciones yazidíes en la diáspora nos posicionamos en solidaridad con la filosofía liberatoria de Öcalan que está en concordancia con la fe yazidí y los valores humanistas.
Abdullah Öcalan fue secuestrado y encarcelado como resultado de una conspiración internacional en 1999. Está aislado desde hace 20 años, y el fascista estado turco está tratando de menoscabar su voluntad libre y su influencia por todos los medios disponibles. Para detener la extensión de sus ideas, el estado turco recurre a cualquier medio por bárbaro que sea.
El estado turco, junto con sus aliados internacionales, es también el responsable de la masacre de Sinjar en 2014, y ha intentado durante los últimos 4 años menoscabar la voluntad libre y la autodeterminación, que ha sido alentada por Öcalan en la región, por medio de bombardeos aéreos.
Un pionero de la comunidad yazidí, Mam Zeki Shingali, fue asesinado en una conspiración similar el 15 de agosto de 2018. Por tanto, el estado turco pretende completar la masacre contra el pueblo yazidí.
Todas las organizaciones de derechos humanos, particularmente la ONU, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Comité por la Prevención de la Tortura (CPT), están en silencio sobre los crímenes cometidos por el estado turco. A pesar de ello no nos quedaremos sentados ante este silencio.
Liderada por Leyla Güven, la campaña de huelgas de hambre fue iniciada para protestar el régimen de aislamiento impuesto a Öcalan y para acabar con el fascismo en Turquía. Güven lleva 78 días en huelga de hambre y su estado de salud es cada día más grave. De la misma manera, los huelguistas de hambre de Estrasburgo y Kurdistán Sur están en una situación crítica. Aún así, estos activistas están decididos a seguir con la huelga de hambre hasta el final.
Exigimos al CPT, la ONU y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que, de forma inmediata, asuman sus responsabilidades y actúen para acabar con el régimen de aislamiento de Öcalan y no sean cómplices en los crímenes contra la humanidad cometidos por el estado turco.
Inspirados por nuestro gran líder, Mam Zeki Shingali, acabaremos con el régimen de aislamiento agravado impuesto a Öcalan y triunfaremos en esta honorable resistencia para asegurar la autonomía democrática de los yazidíes”.