David Mirzayi, un experto en economía cercano al régimen iraní, dijo a la agencia de noticias ISNA que "el aumento salarial del 19,5 por ciento no se reflejó en la vida de los trabajadores".

Esto significa, agregó el economista, "que el valor de los salarios recibidos por los trabajadores en marzo de 2018 es inferior al recibido en marzo de 2016. En otras palabras, el poder de compra de los trabajadores disminuyó entre un 50 y un 80 por ciento".

Mirzayi dijo que esta situación causa muchos problemas a las familias de los trabajadores en el país: "Tales condiciones impiden que los trabajadores satisfagan sus necesidades básicas. Como resultado, los sindicatos han pedido repetidamente al Ministro de Trabajo que aborde este problema, pero desafortunadamente el problema no se resuelve".

Mohammed Reza Pur-Ibrahimi, presidente de la Comisión Parlamentaria Económica, también hizo declaraciones sorprendentes, subrayando los aumentos de precios en bienes clave para la vida.

El presidente de la Comisión declaró recientemente: "El precio promedio de los productos para necesidades básicas aumentó en un 30 a 50 por ciento en comparación con el año pasado. Esto no debería suceder".

La mayoría de los productos en Irán han aumentado en comparación con el año pasado. Por ejemplo, la carne, los productos lácteos y las frutas subieron un 20 por ciento. Esto significa que en muchos casos estos productos no llegan a las mesas de las personas. El precio del té importado aumentó en un 20 por ciento.

Mientras que el dinero iraní continúa depreciándose frente al dólar, se espera que la crisis se profundice a medida que las sanciones de los Estados Unidos entren en vigor el domingo por la noche.