La Embajada de Alemania en Ankara y el Consulado General de Francia en Estambul publicaron ayer en sus respectivas cuentas de Twitter una advertencia de las autoridades de seguridad sobre el riesgo de ataques terroristas en Turquía tras la quema del Corán frente a las embajadas turcas en Copenhague y Estocolmo.

A estoa mensajes le siguieron  muchas reacciones  de indignació e insultos en el marco de un ambiente nacionalista y fascista que se sintió atacado por esta advertencia de seguridad. Otros preguntan por qué las quemas del Corán motivadas por la derecha radical en Suecia y Dinamarca deberían aumentar el peligro de ataques en Turquía. En algunos casos, las personas sospecharon que la información estaba siendo retenida y exigieron aclaraciones.

La advertencia emitida por las misiones francesa y alemana en Turquía, que ciertamente fue concertada y publicada casi simultáneamente, indica que se espera que el régimen turco alimente aún más el nacionalismo y difunda el sentimiento antieuropeo en la próxima campaña electoral.

La acción se produce en medio del bloqueo de Turquía de la adhesión de los países del norte a la OTAN, la visita cancelada a Berlín después del llamado al diputado del AKP Mustafa Açıkgöz, la protesta después del ataque en París en diciembre pasado, que no se atribuye oficialmente, sino secretamente al servicio secreto turco, y por último, pero no menos importante, la actitud indiferente de Turquía hacia Rusia.