Los comerciantes de Hakkari no pueden hacer frente al aumento de los precios

Los comerciantes de Hakkari, una de las ciudades más afectadas por la crisis económica, señalan la responsabilidad del gobierno.

En Hakkari, cientos de comerciantes y empresarios han quebrado o han sido embargados en los últimos años. Los comerciantes cuyos lugares de trabajo están abiertos se quejan de no poder hacer negocio.

Los comerciantes dijeron que se ha vuelto imposible sobrevivir con la crisis económica y la subida de precios. Mevlan Tekçe destacó que ya no les quedan ahorros y que se ven arrastrados por las deudas. "Nos han exprimido todo como si fuéramos una esponja. Antes, mi situación era buena. Había un flujo constante de dinero, la gente venía a comprar, vendíamos nuestros productos con mucha facilidad. No nos faltaba nada. Desde hace tres años, no logramos mantener un buen negocio. Ahora estamos en una situación tan mala que podemos cerrar nuestros lugares de trabajo en cualquier momento. No nos queda otra opción. No sabemos qué hacer", dijo..

Llamando la atención sobre el hecho de que el precio de todos los productos aumenta casi a diario, Tekçe dijo: "Antes, comprábamos una tonelada de chapa por 3.500 liras turcas. En estos momentos, la tonelada de chapa cuesta 25.000 liras turcas. Hasta que llegue a nosotros, este precio sube a 30.000. Entonces, ¿a cuánto venderemos nuestros productos? Muchos comerciantes se vieron obligados a cerrar sus tiendas. ¿Qué entenderán los que se sientan en la oficina sobre la situación de los pobres y los comerciantes? Están desolados. No puedo pagar el alquiler. Las facturas parecen demasiado altas. Ya no podemos vivir. Si esto continúa, me veré obligado a cerrar. Hay que encontrar una solución para la crisis económica y la subida de precios. Necesitamos que en las próximas elecciones venga alguien que piense en los comerciantes y en el pueblo. Esto es lo que queremos".

Hay un gobierno que no escucha

Muhsin İhtiyatoğlu, que es comerciante en Hakkari desde hace 7 años, dijo que están en una situación muy mala desde hace tres años. Dijo que su alquiler estaba entre 400-500 liras antes, y ahora ha subido a 3.000.

"No podemos vender los productos que compramos porque son extremadamente caros. Al igual que la gente no puede ir de compras, nosotros no podemos comprar nuevos productos por su elevado precio. Tengo que pedir dinero prestado a otros lugares para pagar el alquiler. Como no podemos vender los productos que compramos, no podemos pagar nuestras deudas a los mayoristas. La escoba que compré por 200 liras el año pasado se ha convertido en 1.500 liras este año. No sabemos cómo mantener a nuestras familias, qué hacer ahora. Hay un gobierno que no escucha las preocupaciones de los comerciantes", destacó.