Los controles de carretera en el Kurdistán turco se convierten en centros de acoso

Los controles de carretera policiales y militares, así como los registros, aumentan entre Hakkari, Van, Bitlis y Ağrı.

Los registros corporales y de vehículos se llevan a cabo las 24 horas del día en los puestos de control cercanos a las estaciones de la gendarmería entre Hakkari, Van, Bitlis y Ağrı. Los soldados paran y registran minuciosamente los vehículos, y comprueban la identidad de los conductores y pasajeros. Estos puestos de control, según la gente, se han convertido en centros de acoso.

Los puestos de control en Depin, Yeniköprü, Bebleşin y Albayrak entre Hakkari y Van, Buzlupınar entre Van y Bitlis, Balaban entre Bitlis y Siirt, y muchos otros entre Van y Ağrı, son testigos de prácticas que van más allá de los años 90 y que ponen de manifiesto que el estado de emergencia sigue vigente.

Además de los puestos de control entre ciudades, hay puestos militares y policiales en el centro de las ciudades y entre los barrios. La gente está expuesta a estas prácticas todos los días al volver a casa.

La gente de estas regiones está cada vez más harta. Fatma Yılmaz ha declarado que el puesto de control del barrio de Çelebibağı en el distrito de Erciş se ha convertido en un centro de acoso y ha añadido: “¿Qué hace un puesto de control entre barrios? En este barrio nos registran constantemente. Hay una atención especial reservada a los jóvenes. He sido testigo de la detención de muchas personas en estos puestos de control. Estas personas viven aquí. No hay razón para detener a las mismas personas para comprobar su identidad todos los días. El único objetivo de este control es acosar a la gente”.