El campamento para refugiados El-Erîş, ubicado a 35 kilómetros del centro de la ciudad de Hesekê, se inauguró en junio de 2017.

En él hay más de 9.000 personas, instaladas allí tras escapar de los horribles ataques de los mercenarios del ISIS alrededor de Deir ez-Zor.

A pesar de que la Administración Autónoma Democrática ha logrado, por el momento, satisfacer las necesidades de los refugiados con sus propios recursos, estas ayudas resultan insuficientes.

En el campamento, donde la mayoría de las tiendas están gastadas y rotas, los meses de invierno con sus lluvias dificultan aún más las cosas para los refugiados.

Emne Eli le dijo a ANHA que las tiendas son demasiado viejas y no pueden ofrecer refugio y pidió ayuda a las organizaciones humanitarias internacionales.

Mihunt Mesûd dijo que la lluvia que había golpeado la región en días anteriores había penetrado dentro de las tiendas. Subrayó que, hasta el momento, solo la Administración Democrática Autónoma ha brindado ayuda a los refugiados.

Zahêr Xerbî, copresidente del campamento, dijo que las tiendas estaban casi todas desgastadas y ya no eran adecuadas para los meses de invierno.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dijo Xerbi, ha prometido que atenderán las necesidades de los refugiados y que todas las tiendas se cambiarán a principios de noviembre y se distribuirá la ropa de invierno.