Los soldados incendian una zona forestal en Hakkari

Desde el viernes, un incendio forestal hace estragos en un pueblo de Hakkari, provocado por el fuego de artillería dirigido del ejército turco. Las llamas se extienden sin control y las autoridades se niegan a combatirlas.

Desde hace días, un incendio forestal hace estragos en el pueblo de Kavaklı, en la provincia kurda del norte de Hakkari, provocado por el fuego de artillería dirigido del ejército turco. Las llamas ya han destruido hectáreas de vegetación y se están extendiendo al pueblo de Yoncalı, a unos dos kilómetros al sur. Sin embargo, hasta ahora las autoridades de la provincia se han negado a enviar a los bomberos a la zona e iniciar las operaciones de extinción. Los intentos de apagar el fuego por parte de los habitantes del pueblo están siendo impedidos por los militares.

El incendio de Kavaklı se inició el viernes de la semana pasada durante una operación militar en el curso de la cual se produjeron presuntamente enfrentamientos entre unidades del ejército turco y miembros de las organizaciones guerrilleras kurdas HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo) y YJA Star (Tropas Libres de Mujeres). Según los residentes locales, la zona forestal que rodea a Kavaklı fue "objeto de disparos masivos de artillería" por parte de los soldados después de los enfrentamientos, aparentemente como represalia.

Ecocidio para la contrainsurgencia

En el Kurdistán, los incendios forestales se utilizaron por primera vez para la "contrainsurgencia" en 1925. En aquella época, el objetivo era sofocar la rebelión de Şêx Saîd. Con la legislación de la reforma y el genocidio perpetrado en Dersim en este contexto, se continuó con esta táctica. En la década de 1990, alcanzó su punto álgido con la destrucción de más de 3.000 pueblos kurdos. Desde que el gobierno turco rompió unilateralmente las conversaciones de paz con el PKK en 2015, no pasa un verano sin la "política de tierra quemada". Ankara quema sistemáticamente los bosques y las zonas de cultivo del Kurdistán.