Tras meses de agitación en la ciudad de Basra en Irak, ciudad con importantes reservas petrolíferas, la Comisión Suprema de Derechos Humanos de Irak (IHCHR) ha confirmado que alrededor de 110.000 personas han sido afectadas por la contaminación del agua.
La IHCHR también ha afirmado que el agua contaminada es también responsable de los envenenamientos sufridos por algunos estudiantes tras el inicio del curso escolar en la ciudad.
La comisión ha exigido al gobierno central en Baghdad y a la administración local de Basra que trabajen juntos para poner fin a este problemas y encontrar una solución para el nivel de salinidad del agua y la contaminación.