Señalando que la presión sobre los presos aumenta cada día, el copresidente de MED TUHAD-FED, Zeki Baran, dijo a ANF que este último periodo se ha convertido en un método de castigo también para las familias.
Las familias son sometidas a cacheos
Durante la pandemia de Covid-19, los lazos de los presos con sus familias estuvieron a punto de romperse. Baran dijo que las reuniones cara a cara, que han comenzado de nuevo en los últimos meses, se redujeron a 15 minutos de vez en cuando. "Los métodos represivos a los que se exponen las familias en los puntos de registro cuando van a visitar a sus familiares en prisión, no cumplen realmente con la dignidad humana. En algunas prisiones, los familiares son incluso obligados a someterse a un cacheo al desnudo antes de la visita".
Baran dijo que el principal deber de la asociación es la solidaridad legal con las familias de los presos, y añadió: "Nuestra misión es exponer al público los cientos de violaciones de derechos que se producen cada día en las prisiones. En cierto modo, es mantener a los presos en la agenda y obligar a los responsables de la toma de decisiones a retirarse de esta política de opresión. Nuestra única fuente de comunicación con los presos son las familias y los abogados. Como institución, no tenemos derecho a ir a visitar a los presos. Elaboramos informes en colaboración con plataformas jurídicas. Así exponemos lo que ocurre en las cárceles. Intentamos crear presión".
Apoyar las Vigilias de la Justicia
Baran dijo que las vigilias por la justicia celebradas por los familiares de los presos en Amed, Van, Estambul e Izmir en los últimos meses, son acciones importantes y añadió: "Todo el mundo debería apoyar las vigilias lanzadas por las familias de los presos enfermos. Nosotros apoyamos a estas familias. Hemos hecho y hacemos todo lo posible para que sus voces se escuchen en todas partes. Participamos regularmente en las acciones en curso en las cuatro regiones. Del mismo modo, intentamos que se acepten sus justas reivindicaciones, introduciendo los aspectos humanitarios y jurídicos en la agenda, gracias a la cooperación con nuestros amigos abogados".
Baran subrayó que la opresión y la violencia psicológica contra los presos y sus familias deben ser bien leídas por la opinión pública y las organizaciones de la sociedad civil y añadió: "Cuando observamos el perfil general de los presos políticos en las cárceles turcas, vemos que estas personas son detenidas en un sistema en el que no hay ni una pizca de ley. En circunstancias normales, la mayoría de los expedientes nunca se abrirán o acabarán en el cubo de la basura antes de llegar a los tribunales".