Hay demasiados problemas pendientes con Turquía para que Estados Unidos avance con la venta planificada de F-16 a Ankara, dijeron el martes miembros del Caucus del Congreso de Estados Unidos sobre Asuntos Helénicos en un comunicado.
Si bien Turquía cede en su oposición a que Suecia y Finlandia se unan a la OTAN es un acontecimiento bienvenido, "durante la última década, Turquía no ha sido un miembro productivo de la OTAN ni un aliado confiable para los EE. UU.", declararon.
Las sanciones de Estados Unidos contra Turquía y los principales funcionarios de defensa turcos siguen vigentes, indicaron los representantes, y el gobierno del presidente Joe Biden “no ha proporcionado respuestas sobre cómo Turquía calificaría para estar exenta de estas sanciones”.
Washington impuso sanciones contra los adversarios de Estados Unidos a través de sanciones (CAATSA) a Ankara en 2020 por la compra de Ankara de los sistemas de defensa antimisiles rusos S-400, que representan una amenaza para la seguridad de la infraestructura de la OTAN según el Pentágono. La participación de Turquía en el programa de desarrollo de aviones de combate F-35 de quinta generación también se suspendió por la compra.
La administración de Biden tampoco ha explicado cómo "mitigarían los riesgos de la ubicación conjunta de los F-16 y los kits de modernización con un sistema de armas ruso, razón por la cual Turquía fue eliminada del programa F-35", informaron.
Los representantes citaron las miles de violaciones del espacio aéreo griego por parte de Turquía y agregaron que “no tienen la intención de suspender pronto estas acciones agresivas y desestabilizadoras” y que “ninguna de las acciones de Turquía en el mar Egeo… podría clasificarse como defensiva sino que son simplemente intimidación”. .
Si Washington siguiera adelante con las ventas del F-16, “indudablemente se utilizarían aviones de combate fabricados en Estados Unidos para ingresar al espacio aéreo griego”, dijeron, violando la ley estadounidense que solo permite la venta de armas para operaciones de autodefensa.
Los aviones de combate también se utilizarían contra los kurdos sirios, aliados de Estados Unidos durante años en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS).
“Hasta que la Administración pueda proporcionar respuestas adecuadas sobre cómo intentaron mitigar las preocupaciones mencionadas anteriormente, continuaremos objetando esta transferencia de armas y haremos todo lo posible para garantizar que estos F-16 no se entreguen al gobierno turco”, concluyeron.
Fuente: Medya News