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Ministra de Asuntos Exteriores alemana critica la invasión prevista por Turquía en el norte de Siria

La ministra de Asuntos Exteriores Annalena Baerbock critica la intervención militar de Turquía en el norte de Siria. Durante su visita inaugural a Estambul, advirtió que nuevos enfrentamientos podrían preparar el terreno para un fortalecimiento del ISIS.

La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Los Verdes), se ha pronunciado contra una nueva invasión del norte de Siria por parte del Estado turco durante su visita inaugural a Turquía. “Sabemos que Turquía está amenazada por el ‘terror’ y, por supuesto, el derecho a la autodefensa se aplica a todo el mundo”, dijo Baerbock el viernes en una rueda de prensa conjunta con el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, en relación con la ya mencionada “lucha contra el PKK”. “Sin embargo, el derecho internacional también establece estrechos límites a ese derecho. El derecho a las represalias o los ataques preventivos abstractos no están incluidos”, continuó Baerbock, que añadió: “Y desde el punto de vista del gobierno alemán, esto también se aplica al norte de Siria. El sufrimiento de los sirios se agravaría aún más con un nuevo conflicto militar. Y al mismo tiempo, surgirían nuevas inestabilidades que sólo beneficiarían a organizaciones terroristas como el ISIS”.

El homólogo turco de Baerbock, Çavuşoğlu, no aceptó este argumento. “En primer lugar, esto no es un conflicto militar, porque un conflicto militar es entre países y ejércitos”, dijo el político del AKP en su forma habitual. “Más bien se trata de una ‘operación contra el terror’. Turquía espera no sólo palabras de los aliados, sino apoyo en esta lucha”, añadió.

En el pasado, Turquía ha actuado en repetidas ocasiones contra los territorios autónomos del norte de Siria, de mayoría kurda, violando el derecho internacional. En el transcurso de tres guerras de agresión en 2016, 2018 y 2019, grandes partes de la franja fronteriza han sido ocupadas por el Estado turco y los aliados yihadistas de este país miembro de la OTAN, y cientos de miles de personas han sido desplazadas. En lugar de la población ancestral, se instalaron en su lugar milicias islamistas de todo el mundo bajo la égida turca.

Ankara legitima su expansionismo neo-otomano en el norte de Siria con la “protección de la seguridad nacional de Turquía” frente al “terror de las YPG”, el socio más importante de Occidente en la lucha contra el ISIS. Mientras tanto, ignorado en gran medida por Occidente, la limpieza étnica de las zonas ocupadas por Turquía en el norte de Siria continúa sin obstáculos. En el antiguo cantón de Afrin, la proporción de kurdos en la población ha caído de alrededor del 95% antes de la ocupación yihadista turca en 2018 a alrededor del 15%. Desde mayo, Turquía amenaza con invadir de nuevo el norte de Siria.