Nueve personas murieron y al menos 23 resultaron heridas cuando el Estado turco bombardeó un merendero en la aldea de Perex, en el distrito kurdo meridional de Zakho, el 20 de julio. Entre las víctimas se encuentran Zahra, de un año, y Sara, de doce. Siete de ellas habían llegado a Zakho desde Bagdad para pasar las vacaciones, dos hombres venían de Karbala.
El Parlamento de Irak se ha reunido hoy en una sesión especial para debatir el mortífero atentado, con la participación del jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa, el ministro de Asuntos Exteriores y el comandante adjunto de las operaciones conjuntas, Abdulemir Shemeri.
El ministro de Asuntos Exteriores, Fuad Hussein, declaró que, según la información y los documentos de que disponen, no hay fuerzas del PKK en la zona donde se produjo el atentado.
El subcomandante de las Operaciones Conjuntas, Abdulemir Shemeri, declaró durante la sesión parlamentaria que el ataque a la aldea de Perex había sido llevado a cabo por las fuerzas estatales turcas con cañones de 155 mm, desde una distancia de 7 km del lugar de los hechos.
Aunque Turquía negó su implicación y culpó al PKK del mortífero ataque, que ha provocado fuertes reacciones de muchos Estados, Fuad Hussein declaró a la prensa tras la masacre que, como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por expertos militares, se había determinado que el ataque había sido llevado a cabo por Turquía.
Según los Equipos Comunitarios de Paz (ECP), el fuego de artillería procedió de la base militar turca de Xamtir, en Xatîrê. El representante de los CPT, Kamaran Osman, declaró a la Agencia Mezopotamya (MA) que acudieron a la aldea tras el bombardeo: "Hablamos con los testigos y con los heridos y nos enteramos por ellos de que se hicieron cuatro disparos. Nos confirmaron que esos cuatro disparos se hicieron desde la base militar turca de Xamtir".