El Partido Comunista Francés (PCF) emitió un comunicado llamando a la acción contra una campaña genocida inminente contra el noreste de Siria.
Remarcando que la Unión Europea debe hacer oír su voz para oponerse a cualquier intento de nuevas invasiones turcas, PCF llama a la movilización para poner fin a la ley de armas en el noreste de Siria y por el respeto del derecho de las y los kurdos a elegir libremente y construir su destino.
“Mientras Europa tiene los ojos puestos en Ucrania, Erdogan tiene la intención de aprovechar esta oportunidad para cometer nuevos crímenes en el silencio de los medios”, advirtió el PCF, y agregó: “Erdogan se está aprovechando nuevamente de la crisis internacional y la criminal invasión rusa de Ucrania”.
La declaración publicada en el sitio web de PCF incluye lo siguiente:
“La cumbre de la OTAN que se acaba de celebrar en Madrid ha despertado una inmensa indignación tras las miserables concesiones otorgadas al régimen turco durante el sórdido chantaje al que está acostumbrada Ankara. Todos recuerdan la puja sobre los inmigrantes y el bloqueo de las negociaciones sobre el transporte de trigo ucraniano a través del Mar Negro.
Esta vez, para conseguir el levantamiento del veto turco a la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, Erdogan consiguió el compromiso de Estocolmo y Helsinki de extraditar a demócratas, especialmente kurdos, calificados de “terroristas”. El tirano de Ankara se ha acostumbrado a tildar de "terroristas" a todos los que rechazan su violencia despótica y siguen siendo líderes europeos para mantener esta ficción.
Erdogan no tardó en facilitar listados de nombres que reflejan la intensa actividad de vigilancia de los servicios secretos turcos en Europa, que no dudan en fusilar a militantes kurdos en nuestro continente, como ocurrió en 2013 en París.
Esto demuestra el desprecio de la OTAN por los derechos de los pueblos y más particularmente por los kurdos que han sido nuestros aliados en la lucha contra el Estado Islámico. La arrogancia de los líderes turcos también les ha permitido obtener de Suecia y Finlandia el cese del apoyo al PYD y a las Unidades de Combate (YPG) que todos elogiaron no hace mucho por su valentía y sacrificio contra las organizaciones yihadistas sirias apoyadas por el régimen turco.
Pero junto a estas renuncias oficiales, hay más rendiciones no oficiales. Tras la invasión de Ankara al norte de Siria, Finlandia y Suecia impusieron un embargo a la venta de armas. Esto ha sido levantado. Además, Erdogan está furioso por la negativa estadounidense a entregar aviones de combate (F16) para modernizar su flota envejecida. Tuvo lugar una reunión con J. Biden en la que se planteó este tema.
No hay duda de que Erdogan, sin duda, utilizará este armamento para aumentar su influencia regional desestabilizadora en el Mediterráneo oriental, Chipre, Grecia, Libia, Siria, Irak y Nagorno-Karabaj.
Por otro lado, desde hace varias semanas, Erdogan se ha mostrado deseoso de invadir los territorios kurdos del norte de Siria para acabar con el experimento de autonomía democrática y anexarse nuevos territorios. Tras la aprobación de Moscú, Erdogan llegó a negociar el consentimiento de la OTAN para una nueva intervención armada que permitiera a Ankara y sus partidarios yihadistas vengarse de los kurdos. Mientras Europa tiene los ojos puestos en Ucrania, Erdogan tiene la intención de aprovechar esta oportunidad para cometer nuevos crímenes en el silencio de los medios.
Erdogan vuelve a aprovechar la crisis internacional y la criminal invasión rusa a Ucrania. Sin embargo, los líderes de la OTAN, muy felices de ver a Turquía consolidar su presencia en el mando militar, que nunca ha dejado, están dispuestos a hacer cualquier tipo de retractación.
Esta nueva ignominia de la OTAN es un cálculo miope y tendrá profundas repercusiones que causarán sufrimiento a los pueblos. El norte de Siria se desestabilizará favoreciendo el regreso de Daesh (ISIS), millones de personas se exiliarán mientras un régimen de terror turco-yihadista se impondrá en estos territorios. El gobierno turco podrá aprovecharlo reciclando a los combatientes yihadistas que actualmente retienen las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en nuevas operaciones militares de provocación como ya hizo en Libia o en Nagorno-Karabaj, donde pretende acabar con su guerra sucia trabajar.
La Francia de E. Macron permanece dramáticamente silenciosa como las demás capitales europeas. La Unión Europea debe hacer oír su voz para oponerse a cualquier intento de nuevas invasiones turcas.
El Partido Comunista Francés (PCF) condena estas capitulaciones y expresa su solidaridad con las fuerzas democráticas en Turquía y el norte de Siria. Llama a la movilización para acabar con el derecho de armas en la región y por el respeto del derecho de los kurdos a elegir y construir libremente su destino.
Para ello, Francia debe emanciparse del regateo de la OTAN, que extiende por doquier la lógica de la guerra y condena las reuniones de clubes oligárquicos que sellan la existencia de un pueblo admirable por su valentía en el altar de los intereses abyectos”.