El ejército iraquí construye un muro en la frontera entre Rojava y Shengal (Sinjar). Al mismo tiempo, los residentes de las aldeas árabes de Shengal están siendo presionados. Tal y como informa RojNews desde la región, las fuerzas militares han entrado en las casas de varios pueblos y han amenazado a la gente para evitar que protesten.
La presencia militar iraquí en Shengal sigue ampliándose. Para frenar las protestas en su contra, el gobierno iraquí recurre cada vez más a la división de las poblaciones yazidí y árabe. En protesta por el muro fronterizo, árabes y yazidíes celebraron una manifestación conjunta el 13 de marzo. Desde entonces, la presión sobre la población árabe ha aumentado. Según RojNews, un batallón bajo el mando del primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, es responsable de la represión contra la población.
Según el informe, los soldados asaltaron literalmente las casas de la ciudad de Sinune, así como las de las aldeas de Hesawik, Bircari y Tilmishrif, que están a pocos kilómetros de la frontera con Rojava. Se citaron pruebas de posesión de armas como motivo de los registros. Se amenazó a los afectados para que no hablasen de los registros y, sobre todo, para que no los comentasen a los medios de comunicación. Se instó a los residentes de las aldeas árabes a dejar de protestar por la construcción del muro y a no participar en las actividades. Al parecer, el Departamento de Seguridad Nacional iraquí está presionando por teléfono a la población árabe para que deje de protestar.