La "Gran Marcha de la Libertad" en favor de una solución a la cuestión kurda y la liberación de Abdullah Öcalan ha concluido tras dos semanas en la provincia de Riha (tr. Urfa). El Estado turco impidió con un gran dispositivo policial el final previsto en Amara, el pueblo natal de Öcalan.
Políticos del DEM y del DBP y representantes de la sociedad civil kurda partieron de Van y Qers el 1 de febrero y marcharon por el norte del Kurdistán durante quince días. "Dejad hablar a Abdullah Öcalan" era la principal reivindicación. El fundador del PKK, aislado ilegalmente por el Estado turco en la isla prisión de Imrali, está considerado una figura clave para una solución política a la cuestión del Kurdistán y es visto como un representante legítimo para las negociaciones.
La presidenta del DBP, Çiğdem Kılıçgün Uçar, agradeció al final de la marcha en la ciudad de distrito de Xelfetî el gran apoyo a la marcha por la libertad y señaló la criminalización de sus reivindicaciones por parte del Estado: "Estábamos en el camino con miles de personas y hay millones detrás de nosotros. Por el camino, respiramos la tierra y la historia del Kurdistán por todas partes. En respuesta a la criminalización de nuestra marcha por la libertad, decimos que nuestro pueblo exige paz. Luchamos por la paz en una región que lleva un siglo en guerra. El 15 de febrero de 1999, el Sr. Öcalan fue trasladado a Turquía. Este complot pretendía acabar con la realidad kurda. Pero no tuvo éxito, estamos aquí y no cederemos. El pueblo kurdo nunca renunciará a sus reivindicaciones".