De las 54 personas que fueron arrestadas ayer en Estambul durante una concentración para conmemorar el quinto aniversario de la masacre de ISIS en el distrito Suruç de Urfa que mató a 33 jóvenes, a una docenas de ellas se les extendió el periodo de detención. La policía reprimió la manifestación, usando gases lacrimógenos y balas de goma. Inicialmente, se habló de unos veinte manifestantes llevados a la estación de policía de Vatan. Más tarde se supo que el total fue de 54 personas detenidas durante la represión policial.

El abogado Ferat Boğatekin declaró que seis de los arrestados han sido liberados de custodia: dos menores y cuatro abogados. Boğatekin, copresidente de la sucursal de la Asociación de Abogados Libertarios (ÖHD) de Estambul, dijo que los detenidos también fueron violentos bajo custodia. Inicialmente, un gran número de detenidos fueron retenidos y golpeados en el autobús de la policía durante varias horas con las manos atadas a la espalda. Algunos de ellos mismos marcas y hematomas grandes en varias partes del cuerpo. Dos abogados que perdieron a sus clientes en la estación de policía también fueron víctimas de violencia. Boğatekin dijo que tomarían acciones legales contra la policía.

El ataque en Suruç el 20 de julio de 2015 se produjo cuando, por llamada de la Federación de Asociaciones de Juventud Socialista (SGDF), 300 jóvenes se reunieron en el Centro Cultural Amara para celebrar una conferencia de prensa antes de su partida hacia Kobanê. El viaje planeado al norte de Siria tenía la intención de ser un acto de solidaridad. Los jóvenes querían llevar juguetes y suministros de ayuda humanitaria a la ciudad destruida por el ISIS. Para conmemorar el quinto aniversario de la masacre, el lunes se realizó a cabo ceremonias y manifestaciones en muchos lugares del norte de Kurdistán y Turquía. Además de Estambul, también hubo manifestaciones en el lugar del ataque: el Centro Cultural Amara en Suruç y en Ankara, donde la policía atacó a la gente y también arrestó a varias personas.