En un ataque con aviones no tripulados de origen turco, en la aldea de Helincê (Halinja) cerca de Kobanê el martes por la noche, dos miembros de la coordinación regional del movimiento de mujeres, Kongreya Star, Zehra Berkel y Hebûn "Mizgîn" Mala Xelîl, y la dueña de la casa atacada, Amina Waysî, fueron asesinadas deliberadamente.

La gente exige responsabilidad

Contra esta masacre, miles de personas salieron a las calles el miércoles por la mañana en las regiones de Eufrates y Cizire (Jazira). En Qamishlo, los activistas marcharon frente a la sede de las Naciones Unidas (ONU) y desplegaron una pancarta que decía: "Exigimos responsabilidad por la sangre de nuestros mártires y los gritos de nuestros niños". Se esperan grandes manifestaciones en todas las ciudades importantes de Norte de Siria hoy por la tarde.

Administración autónoma: "Los poderes garantes deben cumplir con la responsabilidad"

La administración autónoma de la región del Éufrates pidió a Rusia y a Estados Unidos para que asuman su responsabilidad y hagan que Turquía cumpla con las obligaciones derivadas de sus acuerdos. La administración autónoma condenó el ataque contra las tres mujeres como un "acto de terrorismo" y subrayó que Rusia tiene un papel de garante a través del acuerdo celebrado con Turquía en octubre pasado. El acuerdo entre Washington y Ankara también estableció un alto el fuego. Por lo tanto, Estados Unidos y la coalición internacional también deben cumplir con esta responsabilidad, expresó el comunicado.