¿Pueden los EEUU ayudar a mantener la paz en Irlanda?

La posibilidad de la instauración de una frontera militarizada en la isla de Irlanda supone una quiebra de los acuerdos de paz de 1998 y está provocando un aumento de la tensión.

Liderados por Theresa May, los torys y el DUP, el parlamento británico ha votado a favor de la enmienda parlamentaria para abandonar la ‘salvaguarda irlandesa’.

La enmienda declara que Westminster aprobará un acuerdo con la UE si la salvaguarda irlandesa, que protege a Irlanda de la reinstauración de una frontera militarizada que corte la isla, por el que se sustituya la salvaguarda con “detalles sin especificar”.

La decisión de May de dar marcha atrás con esta nueva política diseñada por el veterano tory Graham Brady, es la señal más clara de que el gobierno británico ha traicionado los acuerdos de paz de 1998 que pusieron fin a la lucha armada del IRA Provisional.

Tras un año cruzando los dedos, el gobierno de Dublín por fin ha aceptado que May ha incumplido la salvaguarda irlandesa, que fue originalmente adoptada en diciembre de 2017.

“Es una situación extraordinaria que la Primera Ministra y el gobierno negocien un acuerdo y luego den marcha atrás y durante el proceso de ratificación voten en contra de su propio acuerdo y ahora quieren volver a sentarse para negociar y cambiarlo todo”, ha afirmando el Ministro de Relaciones Exteriores Simon Coveney.

Parecería que  tanto Irlanda como los EEUU se están enterando por fin de la importancia del Brexit. Una resolución oponiéndose a que se vuelva a instaurar una frontera al interior de la isla de Irlanda ha sido aprobada por el Congreso de los EEUU. La resolución fue presentada este martes por el congresista Brendan Boyle de Pensilvania.

“Una frontera eliminaría el paso libre de las personas entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, aspecto que se ha mostrado fundamental en la promoción de la paz y la unidad. No debemos retroceder”.

El Reino Unido se enfrenta a la posibilidad de ser excluidos de acuerdos de comercio con la UE si se produce una salida sin acuerdo en marzo. La promesa de un acuerdo de comercio bilateral entre el Reino Unido y los EEUU es una de los elementos centrales de la política