El 14 de junio de 2018, unos días antes de las elecciones parlamentarias y presidenciales, los guardaespaldas y familiares del diputado del AKP Urfa, Ibrahim Halil Yıldız, atacaron la tienda de la familia Şenyaşar en Suruç durante la campaña electoral.

En el ataque, los hermanos Celal, Adil, Mehmet, Fadıl y Ferit Şenyaşar resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados. Familiares y partidarios del diputado del AKP Yıldız mataron a Celal y Adil Şenyaşar en el hospital, y a su padre, Hacı Esvet Şenyaşar, cuando fue a ver a sus hijos. Fue brutalmente asesinado y linchado delante de su esposa, Emine Şenyaşar.

El juicio del caso se celebró el viernes en el Tribunal Penal No. 3 de Malatya. Fadıl Şenyaşar asistió a la audiencia a través del Sistema de Información de Audio y Vídeo (SEGBİS) desde la prisión de Elazığ, donde ha estado encarcelado durante unos seis años.

El tribunal dictaminó que Fadıl Şenyaşar, que fue encarcelado tras el ataque, permanezca en prisión. La audiencia se aplazó hasta el 12 de julio.

Emine Şenyaşar, cuyo marido y sus dos hijos murieron en el ataque, lleva años celebrando una Vigilia Judicial pidiendo justicia para los miembros de su familia asesinados y su hijo encarcelado, ya que las autoridades judiciales turcas no mostraron ningún interés en resolver completamente los asesinatos. Yıldız y la mayoría de su banda mafiosa todavía disfrutan de una vida en libertad hoy en día, y hasta ahora sólo uno de las dos docenas de atacantes ha sido condenado. Aunque a una condena simbólica de 18 años, de los cuales sólo deberá cumplir dos tercios.

Por el contrario, Fadıl Şenyaşar, un superviviente, fue condenado a casi 38 años de prisión por matar a un atacante. Esto a pesar de que se demostró relativamente rápido que el hombre fue asesinado por su propia gente. Para exigir el castigo de los asesinos de sus familiares y la liberación de su hijo, Emine Şenyaşar inició una vigilia frente al Palacio de Justicia en Urfa en marzo de 2021, que terminó en su día 846, pero solo para trasladarla al Ministerio de Justicia en Ankara. 49 días después, representantes del gobierno acordaron reunirse con Şenyaşar y le aseguraron que repararían la injusticia cometida contra la familia. "El Ministro de Justicia y sus representantes dijeron que eran conscientes de que nos habían tratado injustamente. Nos dijeron que teníamos que tener paciencia", afirmó Ferit Şenyaşar. Después de cinco meses de espera sin ningún progreso, su madre reanudó su acción ante el Ministerio de Justicia en Ankara.