Ayer martes comenzó en el 8º Tribunal de lo Penal de Amed el juicio contra el co-alcalde depuesto del HDP por el distrito de Sur, Cemal Özdemir. La fiscalía pide 22 años de cárcel para el político por “pertenencia a una organización terrorista” y “propaganda terrorista”.

Ceml Özdemir lleva desde el pasado 23 de diciembre de 2019 en prisión preventiva. Un día después de su detención fue destituido de su cargo a instancias del Ministerio del Interior turco. La fiscalía lo acusa de haber participado en 22 manifestaciones y ruedas de prensas entre 2012 y 2019. La acusación también tipifica como delito las publicaciones del político en Facebook, y su participación en la asociación solidaria Familiares de los Desaparecidos (MEYA-DER). La asociación, que ha estado trabajando por averiguar el paradero de miles de desaparecidos en Bakur, fue prohibida por decreto durante el estado de emergencia declarado en Turquía. El padre de Özdemir es una de las personas que desaparecieron bajo custodia policial. Otras acusaciones contra el ex alcalde están basadas en las declaraciones de “testigos anónimos”.

Özdemir participó en la audiencia a través del sistema de videoconferencia SEGBIS desde la cárcel de alta seguridad de la provincia de Erzurum, donde se encuentra en preventiva. El político fue representado durante el juicio por los abogados Şilan Çelik y Mehmet Öner. El juicio fue seguido por familiares, la co-presidenta provincial del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) por Amed, Hülya Alökmen Uyanık, el parlamentario del HDP, Dersim Dağ, y varios abogados.

Özdemir rechazó las acusaciones y declaró que había actuado dentro de la legalidad durante esos nueve años. El tribunal ordenó la continuación de la prisión preventiva “con motivo de la seriedad de los cargos”. El juicio se reanudará el próximo 16 de abril.

38 alcaldes depuestos del HDP

Desde el golpe político contra el HDP, 38 co-alcaldes han sido destituidos. Además, se han pedido órdenes de detención para 27 de ellos, y 25 permanecen en prisión preventiva. En seis municipios, los alcaldes elegidos el pasado mes de marzo ni siquiera pudieron tomar posesión de sus cargos porque el Comité Electoral se negó a reconocerlos. Los candidatos derrotados del AKP fueron nombrados en su lugar.

Incluso antes de las elecciones municipales del 31 de marzo de 2019, el presidente del régimen turco Tayyip Erdoğan anunció que ocuparía todas las administraciones del HDP si el partido ganaba las elecciones. Por todo ello, el gobierno turco estaría cometiendo de facto una política descrita por la población kurda como “golpe de estado”.

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