En los dos grandes terremotos que tuvieron lugar en el centro de Van y en el distrito de Erciş en 2011, 644 personas perdieron la vida y más de 4 mil resultaron heridas. Miles de casas fueron destruidas; decenas de miles de casas resultaron gravemente dañadas. Las casas, que se construyeron con la ayuda recaudada y costaron 35 mil TL, fueron vendidas por el AKP a las víctimas del terremoto por 85 mil TL. Algunas de las casas construidas por TOKİ fueron entregadas a los ciudadanos cuyas casas fueron destruidas, y el resto a los inquilinos afectados por el terremoto. Ahora se ha enviado una carta a los inquilinos afectados por el terremoto que se instalaron en las casas y no pudieron pagar sus deudas, pidiéndoles que desalojen las casas antes del 17 de abril.

Aunque los inquilinos afectados por el terremoto han pagado la mayor parte de sus deudas a TOKİ, se les está quitando sus casas.

TOKİ ha enviado una carta incluso a los inquilinos que han pagado casi todas sus deudas y se han retrasado solo en algunos plazos.

TOKİ, que lleva 11 años recibiendo miles de liras de los inquilinos, intenta ahora generar rentas revendiendo las casas y desalojando a la gente.

Los inquilinos supervivientes del terremoto entrevistados por ANF protestaron tanto a TOKİ como al gobierno.

Quieren quedarse con nuestras casas para revenderlas
Sümeyye Yıldız, que se alojó en esas casas de Van, dijo que llevan años intentando pagar sus deudas en condiciones difíciles. Yıldız dijo: "Llevamos 11 años intentando pagar nuestras deudas. Hemos pagado miles de liras hasta ahora. Quieren comprar nuestras casas sólo porque nos hemos saltado algunos pagos. Estas casas son el derecho de nosotros, las víctimas del terremoto. Los que endeudaron al país intentan ahora generar nuevos ingresos abusando de nosotros. Estas casas se construyeron con las donaciones recaudadas. TOKİ o el Estado no tuvieron ningún gasto. Estas casas, que son nuestro derecho, ahora intentan quitárnoslas para revenderlas a otros. Los que robaron al país intentan ahora robarnos a nosotros". 

Nos retrasamos en los pagos por culpa de la crisis

Sevgi Minar, una de las inquilinas afectadas por el terremoto, dijo que llevaban 11 años intentando pagar sus deudas con regularidad, y que tenían dificultades para hacerlo debido a la crisis económica.

Señalando que su marido era trabajador de la construcción y que se había quedado sin trabajo debido a la crisis económica, Minar dijo: "Como no pudimos pagar nuestras cuotas durante uno o dos meses en 2021, TOKİ envió una carta y dijo que compraría nuestra casa. Mi marido tuvo que pedir un préstamo para pagar las cuotas. Últimamente, no hemos podido pagar nuestras cuotas debido a la crisis económica, la elevada subida de precios y el desempleo.

Somos una familia de 6 personas. Antes sólo trabajaba mi marido. Ahora no trabaja. Como no hay trabajo, no tenemos ingresos. Por lo tanto, no podemos pagar las cuotas. En marzo, recibimos una carta de TOKİ diciendo que nos quitarían la casa. Lo único que les importa es el dinero. Nadie piensa en la gente. Nos quitarán nuestra casa. Será vendida a otra persona a un alto precio".

En 2018, el gobierno confiscó algunas de las casas y las puso a la venta.