Turquía aumenta en 12% su presupuesto militar

Turquía aumentó su gasto militar un 12% en 2024, elevando su presupuesto de defensa a 25.000 millones de dólares, según datos publicados en abril de 2025 por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

ATAQUES TURCOS

Turquía aumentó su gasto militar un 12% en 2024, elevando su presupuesto de defensa a 25.000 millones de dólares, según datos publicados en abril de 2025 por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). El país ocupa ahora el puesto 17 a nivel mundial, en medio de un aumento global del gasto militar que ya dura una década, impulsado por tensiones geopolíticas y políticas de rearme a gran escala.

El informe anual del SIPRI muestra que el gasto militar mundial aumentó un 9,4% en términos reales para alcanzar los 2718 billones de dólares en 2024, el nivel más alto registrado desde que comenzó la recopilación de datos en 1988. El aumento marca el décimo año consecutivo de aumentos y el mayor crecimiento interanual desde el final de la Guerra Fría.

El crecimiento del gasto en defensa de Turquía durante una década (110% desde 2015) subraya la creciente atención del país a la estrategia y las adquisiciones de seguridad, especialmente en medio de sus conflictos regionales en Siria e Irak, y las persistentes rivalidades geopolíticas en el Mediterráneo Oriental y el Cáucaso Sur. El gasto en defensa representó el 1,9% del PIB de Turquía en 2024, un ligero aumento respecto al 1,8% de 2015.

El informe del SIPRI encontró que más de 100 países aumentaron sus presupuestos militares en 2024. A nivel mundial, el gasto militar representó el 2,5% del PIB mundial, frente al 2,3% en 2023. Los 15 mayores gastadores militares, incluida Turquía, fueron responsables del 80% del total mundial.

Los cinco países con mayor gasto —Estados Unidos, China, Rusia, Alemania y la India— representaron en conjunto el 60% del gasto militar mundial. Estados Unidos lideró con creces la cifra, con una asignación de 997.000 millones de dólares, seguido de China, con un estimado de 314.000 millones. El gasto de Rusia aumentó un 38%, alcanzando los 149.000 millones de dólares, lo que refleja la guerra en curso en Ucrania y una drástica reorientación de los recursos nacionales hacia sus fuerzas armadas.

Mientras tanto, el presupuesto militar de Ucrania ascendía a 64.700 millones de dólares, lo que representaba el 34% de su PIB, la carga militar más alta del mundo en 2024. Todos los ingresos fiscales de Ucrania eran absorbidos por su presupuesto militar, mientras que los servicios sociales se financiaban principalmente con ayuda internacional.

Europa en su conjunto fue el mayor contribuyente al aumento del gasto mundial. El gasto regional aumentó un 17%, hasta los 693.000 millones de dólares, y todos los países, excepto Malta, incrementaron sus presupuestos de defensa. En Europa Central y Occidental, países como Alemania y Polonia registraron fuertes aumentos (28% y 31% respectivamente), gracias a que los gobiernos aceleraron la adquisición de armas y reorientaron sus políticas hacia la militarización a largo plazo.

Alemania se convirtió en el mayor inversor militar de Europa Occidental por primera vez desde la reunificación, destinando 88.500 millones de dólares a defensa. La carga militar de Polonia alcanzó el 4,2% del PIB, la más alta de su región.

Medio Oriente también experimentó un aumento significativo, con un gasto militar total estimado en 243.000 millones de dólares, un 15% más que en 2023. El presupuesto de Israel se disparó un 65%, hasta los 46.500 millones de dólares, impulsado por la guerra en curso en Gaza y la reanudación de las hostilidades en su frontera norte. El Líbano, que había sufrido años de presupuestos militares limitados debido al colapso económico, también aumentó su gasto un 58%.

En contraste, el gasto militar de Irán cayó un 10%, a 7900 millones de dólares, en medio de continuas sanciones e inestabilidad económica.

En Asia y Oceanía, los presupuestos de defensa crecieron un 6,3% en general. China, Japón y la India continuaron modernizando sus fuerzas armadas, y Japón registró un aumento del 21%, su mayor incremento anual desde 1952. Myanmar, sumido en un conflicto interno y un régimen militar, registró el mayor aumento de la región con un 66%, elevando su carga militar al 6,8% del PIB.

Entre los miembros de la OTAN, el gasto militar total alcanzó los 1,5 billones de dólares en 2024, equivalente al 55% del gasto mundial. Por primera vez, 18 de los 32 Estados miembros cumplieron o superaron la directriz del 2% del PIB de la alianza. Los miembros europeos de la OTAN gastaron 454.000 millones de dólares en conjunto, con aumentos del gasto impulsados ​​por la renovada preocupación por Rusia y los debates sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea.

Aunque Turquía no superó el objetivo del 2% de la OTAN, su gasto en 2024 la situó por delante de numerosos aliados tanto en volumen como en tasa de crecimiento. Este aumento del país forma parte de un patrón más amplio de inversión sostenida en su industria armamentística nacional y una creciente presencia militar regional.

El análisis del SIPRI también destaca las compensaciones económicas que esto implica. A medida que los gobiernos priorizan la defensa, muchos están reasignando fondos provenientes del desarrollo, la asistencia social y la ayuda internacional. Algunos, como el Reino Unido y Francia, están adoptando mecanismos extrapresupuestarios para apoyar el desarrollo militar, mientras que otros están flexibilizando las normas fiscales o recurriendo a los mercados de bonos.

Aunque la modernización y la preparación militar se presentan como necesidades estratégicas, las conclusiones del SIPRI plantean preguntas a largo plazo sobre la sostenibilidad y el coste social de esta carrera armamentista global.

FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina