El distrito histórico de la ciudad kurda de Amed (Diyarbakir), Sur, sufrió desplazamientos a gran escala tras el conflicto armado de 2015-2016. La diputada del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM) Ceylan Akça-Cupolo ha pedido que se investigue el desplazamiento forzoso de la población que se produjo tras la destrucción del distrito histórico, incluido en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.
Ceylan Akça-Cupolo, diputada del Partido DEM en representación de Amed, presentó una moción parlamentaria para investigar los importantes daños causados por la decisión de expropiación de 2016 en el distrito Sur de la ciudad.
Esta zona, conocida por su rico patrimonio histórico y cultural, fue una de las varias regiones kurdas del país atacadas por el ejército turco en 2015-2016, tras el fracaso del proceso de paz, además de ser objeto de importantes destrozos tras una decisión del Gabinete que dio lugar a la expropiación del 82% del distrito. Tras el fin del asedio y los bombardeos, el gobierno turco aprovechó para poner en marcha una campaña de transformación urbana a gran escala para reconstruir Sur, pero los críticos afirman que la campaña menoscabó los derechos de los residentes locales.
En su moción, Akça-Cupolo destacó varias cuestiones clave:
Expropiación a gran escala. La decisión inicial de expropiación urgente en Amed abarcaba todos los barrios y estructuras registrados en el distrito de Sur. Esta decisión, aprobada por el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Planificación Urbana el 21 de marzo de 2016, afectó a unos 50.000 residentes y a numerosos monumentos históricos y culturales.
Falta de consulta. La decisión de expropiación se tomó sin consultar a los propietarios de las tierras, a los residentes locales, a las organizaciones de la sociedad civil, a las asociaciones profesionales, a los gobiernos locales o la administración del sitio, a pesar de la designación de la zona como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2015.
Justificación cuestionable. La justificación de la expropiación se basó en el hecho de que la zona fue descrita «en riesgo», una justificación que Akça-Cupolo considera fraudulenta. Akça-Cupolo argumenta que esta etiqueta se utilizó para evitar la rendición de cuentas y el escrutinio.
Propiedades infravaloradas. Las propiedades del distrito histórico de Sur, valoradas en unos 15 millones de liras, se infravaloraron entre 100.000 y 200.000 liras. Los residentes que rechazaron estas ofertas se vieron obligados a endeudarse fuertemente para adquirir nuevas viviendas en barrios periféricos o complejos residenciales de nueva construcción. Las viviendas y negocios terminados fueron vendidos en subasta pública a inversores por «Emlak Yönetim Hizmetleri ve Ticari A.Ş».
Desplazamiento forzoso. Decenas de miles de residentes fueron informados abruptamente de que sus viviendas estructuralmente sólidas habían sido expropiadas, obligándoles a trasladarse. Muchas de estas familias ya habían sido desplazadas durante la quema de aldeas en la década de 1990 y se habían reasentado en barrios de Sur, sólo para volver a ser desalojadas por la fuerza.
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