Andok: “El Confederalismo Democrático se adapta a las demandas de todos los grupos” (PARTE II)
En una entrevista en tres partes, Xebat Andok, miembro del Consejo Ejecutivo de la KCK, señala la importancia del Confederalismo Democrático.
En una entrevista en tres partes, Xebat Andok, miembro del Consejo Ejecutivo de la KCK, señala la importancia del Confederalismo Democrático.
Esta es la segunda parte de la entrevista en tres partes de ANF con el miembro del Consejo Ejecutivo de la KCK Xebat Andok. La primera parte puede leerse aquí.
En esta parte, Andok responde a la pregunta “¿Por qué Confederalismo Democrático?”
Esta es su respuesta:
"El líder Apo [Abdullah Öcalan] desarrolló el Confederalismo Democrático. Es un líder popular. Una persona que ha librado y sigue librando una lucha para resolver los problemas de existencia y libertad del pueblo kurdo. Somos personas que creemos en este proyecto, que creemos que los problemas de existencia y libertad de los kurdos pueden resolverse de esta manera. Y estamos librando una lucha en consecuencia.
Sabemos que a lo largo de la historia ha habido mucha gente como nosotros que ha luchado por la igualdad, la libertad, la democracia y la existencia. Esta lucha siempre ha existido y se sigue librando en todos los aspectos. Según nuestra lectura de la historia, si incluimos la etapa jerárquica, es decir, el periodo histórico posterior al neolítico, podemos contemplar un proceso de unos 7.000 años desde la aparición del Estado. Los primeros 1.000 a 2.000 años de este periodo fueron el periodo de incubación y constituyen la raíz de los problemas sociales a los que se enfrenta la gente hoy en día. Fue un periodo en el que aún no se había formado el Estado, pero en el que se fueron desarrollando poco a poco la mentalidad y la ideología machistas, en el que empezaron a desarrollarse el poder y el individualismo. También fue el periodo que más tarde daría lugar a la formación del Estado y de la clase. El Estado surgió algún tiempo después de la formación de esta mentalidad, hace unos 5.500 años.
Históricamente hablando, el Estado surgió en Uruk, en el actual Irak. Lo que queremos decir al referirnos a este periodo histórico es que este sistema es la fuente de todos los problemas sociales con los que la gente se enfrenta hoy en día y que no puede resolver adecuadamente debido a su mentalidad actual.
Miramos la historia desde el día en que surgieron estos problemas sociales hasta hoy. Decimos que han existido diferentes problemas desde entonces y que fueron creados por los gobernantes. El espíritu de los gobernantes no es comunitario. Quieren dominar. Quieren apropiarse de todo. Están alejados de la esencia comunitaria de la sociedad y del ser humano. Son individualistas y siempre quieren gobernar y dominar. La naturaleza humana rechaza esto porque es libertaria e igualitaria. Desde que los que dejaron de ser humanos intentaron poner en práctica esas tendencias hasta hoy, siempre ha habido una lucha por la igualdad y la libertad. La historia de la hegemonía es también la historia de la lucha por la libertad contra ella. En las condiciones de la sociedad natural, la gente vivía libremente, pero después de que les arrebataran su libertad, lucharon y resistieron contra quienes les hacían vivir así.
Desde entonces, la lucha por la igualdad, la libertad y la democracia no ha cesado. Hoy, somos una continuación de esta lucha. En este sentido, no somos los primeros ni seremos los últimos. Mientras haya tendencias basadas en la hegemonía, el poder, el sexismo o la mentalidad de sujeto-objeto que fragmenta la sociedad, habrá una lucha por la libertad contra ellas. Leemos la historia basándonos en esta idea. Decimos que ha habido un gran número de luchas por la igualdad y la libertad desde aquel día hasta hoy, pero el mundo sigue siendo desigual, sigue habiendo problemas de justicia y democracia. Sigue habiendo problemas de existencia y libertad. Los kurdos y las kurdas, las mujeres, los jóvenes y todos los oprimidos son quienes lo experimentan más profundamente. De hecho, vivimos en un mundo en el que pueblos enteros han desaparecido. Muchos pueblos se han visto obligados a emigrar. Así que existe esa realidad, pero, por otro lado, también ha habido una lucha. Nadie puede decir que la razón por la que los oprimidos no han triunfado hasta hoy sea porque han pagado un precio demasiado pequeño. Millones de personas han muerto en el transcurso de una sola guerra. Los kurdos y las kurdas han sido objeto de genocidio durante cien años. Si sumamos estos cien años de genocidio, decenas de millones de kurdos y de kurdas han sido exterminados. Los armenios han sido aniquilados. Pero siempre ha habido una lucha por existir. Por lo tanto, la cuestión no es si se lucha poco. La cuestión crucial es en qué tipo de mentalidad basamos la lucha.
Si lo miramos desde este punto de vista, podemos ver que hoy en día los gobernantes han alcanzado un alto nivel de organización en forma de Estado. Han establecido un monopolio y una hegemonía sobre todos los ámbitos de la vida, ideológica, política y militarmente. En consecuencia, no permiten que surjan mentalidades e ideas diferentes. Incluso cuando luchas contra el sistema, es como si lucharas basándote en los propios argumentos del sistema. Miras las cosas desde su punto de vista, con su mentalidad. Quieres alcanzar tus objetivos con las herramientas del sistema, pero no es posible.
Los oprimidos en todas partes del mundo y durante toda la historia siempre han querido igualdad, justicia, libertad y una vida humana. Ningún hegemónicos quiere esto, porque son ellos los que crean tales problemas. Estos dos bandos piensan diferente. Porque piensan diferente, sus sueños, proyectos sociales y utopías son diferentes entre sí, y producen los medios respectivos en consecuencia.
El espíritu y la forma de pensar individualistas, egoístas y autosometidos de los gobernantes han dado origen al Estado. El Estado es la institución más organizada de todas las clases hegemónicas, de todas las clases que quieren monopolizar y dominar. Puede que haya habido excepciones a lo largo de la historia, pero en general, casi todos los que han luchado por la igualdad, la libertad, la democracia, una vida humana y la justicia han tenido también como objetivo el Estado; el Estado que pertenece a los gobernantes. Lo hemos visto claramente en la tradición de los grupos étnicos o de los profetas, pero también en la lucha de liberación nacional del siglo XX. También fue claro el caso en las tres versiones del marxismo, que es un punto de partida clasista que intenta construir un mundo para los oprimidos. Los oprimidos normalmente quieren justicia, igualdad y democracia, pero esta herramienta no es en absoluto adecuada para ellos, para su espíritu, pensamientos y aspiraciones. Es una herramienta que pertenece a otra persona. Una herramienta que ha surgido del individualismo, el egoísmo y la dominación de otra persona: el Estado. El Estado es algo que normalmente pertenece a la clase hegemónica.
La herramienta que has tomado como base para resolver tus problemas no es una herramienta que te pertenezca, sino una herramienta que pertenece a otra persona. Con respecto a esta cuestión, nuestro líder [Abdullah Öcalan] ha dicho: "La libertad requiere que sus medios sean tan limpios como sus objetivos". El Estado es sucio, opresor, violador, cruel y monopolista. El Estado y el poder están entre los creadores de todos los problemas sociales. Por lo tanto, ningún Estado puede lograr la igualdad. ¡Hay tantos Estados en la tierra que se autodenominan democráticos y libertarios! Pero, ¿qué Estado ha resuelto realmente los problemas de justicia, libertad, igualdad y democracia dentro de sus fronteras? Ninguno. Es sencillamente imposible, porque su química está degradada. El Estado es existencial e inevitablemente malo. No puede ser bueno en manos de nadie. La historia nos ha demostrado suficientemente que el Estado no es bueno ni siquiera en manos de los mejores. El socialismo real y los diferentes movimientos de liberación nacional son ejemplos de ello.
Cuando miramos la historia de esta manera, vemos que los oprimidos, todas las partes de la sociedad, los que luchan por la igualdad y la libertad, todos los grupos que quieren vivir igual y libremente, han luchado a lo largo de la historia. Sin embargo, no han sido capaces de encontrar una herramienta o una forma de organización social que se adapte a sus demandas, sueños y utopías. Nuestra reivindicación es que el Confederalismo Democrático es precisamente ese modelo que se adapta a las demandas de todos los grupos sociales, de todos los oprimidos. No estatal porque es el producto de los oprimidos, se ajusta a sus demandas.
Las luchas libradas por todos los oprimidos a lo largo de la historia deben alcanzar finalmente su objetivo. Todas las revoluciones las hacen los pueblos, pero siempre han sido sofocadas porque los pueblos no fueron capaces de canalizarlas fuera del Estado. La percepción de que no puede haber una organización fuera del Estado es tan dominante que los pueblos han buscado un Estado. Por lo tanto, sin caer en tal desviación, es necesario liberarse completamente de los códigos mentales de los gobernantes y obtener una herramienta que se adapte a su espíritu y aspiraciones igualitarias y libertarias. Esa herramienta es el Confederalismo Democrático. Se trata de un sistema al margen del Estado en el que la sociedad se organiza por sí misma y se vuelve así autosuficiente.
Este marco presentado por el líder Apo significa que el enorme precio que se ha pagado a lo largo de la historia en el ámbito de la lucha por los valores comunales democráticos, la igualdad y la libertad dará finalmente sus frutos. En la medida en que esto se haga realidad, los objetivos de la lucha histórica por los valores comunales democráticos, la igualdad y la libertad se pondrán en práctica y se sistematizarán. Se trata de un ajuste de cuentas histórico. Contra el sistema estatista jerárquico de 7.000 años de antigüedad, el sistema de los gobernantes, esto significa el establecimiento de un sistema en nombre de los pueblos. Tiene tal significado histórico.
Somos kurdos. Como pueblo, todavía nos enfrentamos a problemas de existencia y libertad. Somos un pueblo que ciertas fuerzas intentan aniquilar. Los kurdos y las kurdas han estado luchando contra esto durante al menos un siglo. Esta lucha se remonta al siglo XIX. El pueblo kurdo ha dado decenas de miles de mártires en esta lucha por la existencia y la libertad. Si no resuelven los problemas de existencia y libertad, pueden llegar a ser víctimas de un genocidio. Que esto ocurra o no depende totalmente de cuánto nos organicemos como kurdos. Las fuerzas hegemónicas del colonialismo y de la modernidad capitalista ya han decidido llevar a cabo un genocidio. De hecho, si observamos la situación actual, todos los actos prácticos de estas fuerzas se basan en esto.
Como vanguardia de un pueblo que se enfrenta al problema de la existencia y la libertad, el PKK también libra una lucha. Ha dado decenas de miles de mártires en esta lucha. La sociedad que ha creado el PKK tiene valores muy fuertes que proceden de su propia esencia social. El PKK no quiere que su lucha sea en vano, como no quiere que sean en vano las luchas de todos los grupos sociales que lucharon antes que el PKK. Hoy en día, el PKK se centra en cómo resolver el problema kurdo fuera del Estado para que su lucha de 50 años dé resultados. En este contexto, la fórmula que el PKK ha encontrado es el Confederalismo Democrático: un sistema basado en la Autonomía Democrática en el que los kurdos y las kurdas de las cuatro partes del Kurdistán puedan continuar su existencia de forma democrática y autónoma, tener libertad de expresión y organización, y ser ellas y ellos mismos. ¿Adónde les ha llevado el Estado? Lo vemos no sólo en el caso de los kurdos, también lo vemos en el caso del socialismo real o de Vietnam. Lo vemos en todos los que lucharon por la liberación nacional. Lo vemos en todos los que se han vuelto hacia el poder.
Independientemente de que tengamos la posibilidad de establecer un Estado o no, independientemente de que exista esa posibilidad o no, actuamos con la convicción de que la solución al problema kurdo está fuera del Estado, no en el Estado.
Entonces, ¿con qué sustituimos al Estado? Como hemos mencionado, nuestro enfoque se basa en el sistema democrático-confederal que tiene como fundamento la Autonomía Democrática. Esto significa no disolverse en el sistema para que no haya gobernantes, aghas y opresores entre los kurdos.
Los kurdos han luchado por la igualdad y la libertad; han exigido justicia. Luchan para que se reconozca su existencia y para tener la oportunidad de vivir como Xwebûn ['ser uno mismo']. Por tanto, el resultado de la lucha debe estar en consonancia con esto. Si no, tenemos el ejemplo del Kurdistán del Sur [norte de Irak]. También allí los kurdos y las kurdas se enfrentan a problemas de existencia. Allí se luchó mucho, pero ahora los resultados son evidentes: es bien sabido que allí se ha establecido un sistema dinástico, que una familia se ha apoderado de todas las riquezas del Kurdistán basándose en unas supuestas elecciones que están completamente basadas en el fraude, y que han intentado convertir a todos los kurdos y kurdas en colaboradores de la modernidad capitalista, el colonialismo y el genocidio. Pretendemos evitar que entre los kurdos surja tal situación, tales células cancerosas, para que la lucha kurda dé como resultado la igualdad y la libertad en consonancia con su verdadero objetivo. Que las relaciones sean iguales y libres.
Avancemos hacia la ausencia de clases. Que no haya formación de clases. Que haya justicia. Que todas las personas sean activas. Que todas las personas se gobiernen mutuamente. Que todos sean responsables de todos. Para conseguir esto, para nosotros y nosotras, como kurdos y kurdas, el Confederalismo Democrático, es decir, la Autonomía Democrática y el sistema organizativo y social democrático-confederal, es la solución."
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