El pueblo kurdo espera una explicación del KDP

Sigue sin aclararse lo que ocurrió en Xelîfan el pasado 26 de julio.

Si las tensiones actuales continúan y, en el peor de los casos, se convierten en una guerra directa entre las fuerzas kurdas, los logros del pueblo kurdo, por los que tanto se ha luchado, estarán en grave peligro. Las guerrillas están librando una feroz batalla contra la invasión del Estado colonial turco en las regiones de Avaşin, Metîna y Zap. El Estado turco ha entrado así en un atolladero en el que no avanza. La probabilidad de una guerra civil kurda es, por tanto, un elemento que alimenta el molino de los ocupantes. Al mismo tiempo, esta posibilidad representa un duro golpe para la ansiada unidad del pueblo kurdo.

Que el PKK desempeña un papel importante y positivo en la defensa de las conquistas del Kurdistán del Sur (norte de Irak) es ya un hecho generalmente aceptado. Esto quedó muy claro en 2014 durante la invasión del ISIS. Con la intervención de los guerrilleros en Kirkuk y Shengal (Sinjar), miles de personas se salvaron en el último momento. Esto demostró al mundo entero quiénes son los verdaderos defensores del pueblo kurdo.

Sin la posibilidad de defenderse, ninguna sociedad puede perdurar. Esta amarga verdad ha sido experimentada por todos los pueblos que han estado expuestos a ataques abiertos y han pasado por procesos de negación y aniquilación. Cuando se comete un genocidio en la rueda de la asimilación, la autodefensa es el requisito indispensable para seguir existiendo. Muchas comunidades han sido aniquiladas debido a la política de negación y aniquilación y ya no tienen la capacidad de proteger su propia existencia. El pueblo kurdo ha sido objeto de innumerables ataques a lo largo de la historia. El hecho de que sólo el pueblo yazidí hable de 73 masacres muestra la dimensión brutal de los mismos. La historia prácticamente impone al pueblo kurdo una unidad nacional y una autodefensa. Dividido en cuatro partes y dejado a merced de los Estados ocupantes, sólo podrá alcanzar el ansiado objetivo de un país libre en el nuevo siglo mediante la unidad política.

Lo que le ocurrirá al pueblo kurdo si no actúa al unísono queda demostrado en la historia reciente con el ejemplo de Afrin tras la ocupación turca. Se ha alterado deliberadamente la estructura demográfica y se han saqueado la naturaleza y los bienes históricos. Un enfoque fragmentado aumenta el apetito de los ocupantes y lleva a que todo el Kurdistán sea visto como una potencial colonia. A la hora de resistir a la ocupación, la sociedad kurda y sus representantes políticos deben dejar de lado todas las contradicciones y priorizar la defensa de la patria. Los conflictos existentes pueden superarse en poco tiempo si se tienen en cuenta las perspectivas de unidad nacional presentadas por Abdullah Öcalan. Así lo demuestran también las declaraciones constructivas realizadas por el PKK recientemente.

Pero la esperanza que está brotando entre el pueblo kurdo se está convirtiendo en lo contrario por las noticias que llegan del Kurdistán del Sur. La declaración de las HPG de que se ha roto el contacto con un grupo guerrillero en Xelîfan ha desgarrado una profunda herida en el corazón del pueblo. Cuantos más detalles se conocen, más grave es esta situación. Desde que este grupo guerrillero bajo el mando de Serwer desapareció, todas las miradas han estado puestas en el KDP. Las HPG han emitido dos declaraciones sobre el asunto, y el KDP aún no ha respondido. Se envuelve en un silencio sepulcral, dando la impresión de un criminal que ha incurrido en una gran culpa. Evidentemente, está sometido a una gran presión debido a la reacción de la opinión pública, porque naturalmente el pueblo kurdo exige una explicación con gran preocupación. La sociedad quiere saber qué pasó con los guerrilleros que dedicaron toda su vida a la liberación de su pueblo y lucharon desinteresadamente por ella.

Por el momento, sólo la prudencia de las HPG impide que se produzcan nuevos acontecimientos no deseados. La guerrilla mantiene la cordura, a pesar de que su margen de maniobra se ve cada vez más restringido. Por ello, ha evitado hasta ahora una guerra interna kurda y sigue dedicando toda su energía a defenderse de la invasión turca. El pueblo kurdo es consciente del alto nivel de sacrificio de la guerrilla y reconoce las maquinaciones para debilitar a las HPG. Es sabido que el pueblo kurdo nunca perdonará los ataques a los guerrilleros.

Todavía no está claro lo que ocurrió en Xelîfan. La información de que un grupo de guerrilleros ha desaparecido y de que hay víctimas y heridos obliga a la sociedad kurda a tomar medidas inmediatas y a hacer patente su protesta. Además, es necesaria una declaración del KDP. Si esta declaración se retrasa más, la situación empeorará. El pueblo kurdo quiere saber qué pasó en Xelîfan y con sus valientes combatientes Serwer, Wargêş y Dijwar. Lo primero y más importante que tiene que hacer el KDP en este momento es dar una explicación esclarecedora y satisfactoria. Nadie debe olvidar que cualquier paso en sentido contrario sólo servirá a los enemigos del pueblo kurdo y a los Estados coloniales.

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