El 29 de junio de 1925, el líder de la resistencia kurda Şêx Said (Şêx Seîdê Pîran) y 46 de sus compañeros fueron ejecutados en el casco antiguo de Amed. Un Tribunal de la Independencia Turca, un tipo especial de tribunal que se estableció durante la llamada guerra de liberación, los condenó a morir en la horca. Se les acusó de iniciar un levantamiento contra la política de secularización del Estado turco.
Rebelión contra la privación de autonomía política
La rebelión, que estalló el 13 de febrero de 1925 en el pueblo de Pîran en Gêl (Eğil), cerca de Amed, bajo el liderazgo de Şêx Said, fue el comienzo de numerosas rebeliones kurdas tras el final de la Primera Guerra Mundial, contra el recién formado Estado-nación turco tras la caída del Imperio Otomano. La rebelión fue contra la negación de la existencia kurda, la retirada de la autonomía política y la política fascista turca.
Jefe heredero de la orden Naqşabendi
El 28 de febrero, el grupo en torno a Şêx Said ya se había convertido en un "ejército" de 20.000 hombres. Sin embargo, su éxito y progreso se caracterizaba menos por los ataques organizados de un grupo regular que por la influencia de Şêx Seîd. Ésta era grande no sólo porque era el jefe heredero de la orden Naqşabendi, sino también porque era el líder de las tribus de las provincias kurdas. Allí donde avanzaban los insurgentes, los lugareños se les unían. A día de hoy, Şêx Seîd goza de una gran reputación en la sociedad kurda.
15.000 muertos en la represión del levantamiento
Unas semanas más tarde, el 26 de marzo de 1925, unidades militares turcas iniciaron ataques aéreos y terrestres contra presuntas retiradas de los "rebeldes" kurdos. Inicialmente se habían desplegado 25.000 soldados en la región. A principios de abril, el número de tropas turcas ascendía a unos 52.000 hombres, pero las luchas de poder y las rivalidades entre los líderes tribales locales, que se intensificaban en Elazığ en aquel momento, le vinieron muy bien al Estado en la "lucha contra la insurgencia". Algunos de ellos se pusieron del lado de las tropas de Ankara. El resultado fue inevitable: el levantamiento fue aplastado con sangre y murieron al menos 15.000 personas. A finales de abril, el "enemigo" había penetrado hasta el núcleo de la resistencia. Şêx Said y sus compañeros de armas, que entretanto se habían retirado a Dara Hênî, fueron capturados cuando se dirigían a Muş. Un cuñado del clérigo, Kasım Ataç (llamado Qaso), que había servido como oficial en el Imperio Otomano, les había traicionado. Poco después, los insurgentes fueron trasladados a Amed, donde, el 28 de junio de 1925, 53 de ellos fueron condenados a morir en la horca por el "Tribunal de la Independencia Oriental de Diyarbakır" por "rebelión contra el Estado". La ejecución de las sentencias comenzó en Sûr ese mismo día. Şêx Seîd y 46 de sus amigos fueron ejecutados públicamente al día siguiente, el 29 de junio.
El movimiento kurdo se ve a sí mismo en la tradición de Şêx Said
El movimiento de liberación kurdo se ve en la tradición de la resistencia de 1925 y más Serhildan como bajo el liderazgo de Pîr Sey Rızo (Seyit Riza) y la pareja Alişêr y Zarife 1937/38 en Dersim. En un mensaje con motivo del próximo aniversario de su muerte, la Comunidad de Sociedades del Kurdistán (KCK) rindió homenaje a Şêx Seîd y sus amigos como "revolucionarios y luchadores por la libertad" del pueblo kurdo. El comunicado decía: "Se opusieron a la negación de la existencia e identidad kurdas por parte del recién establecido Estado turco y a la traición e injusticia cometidas contra el pueblo kurdo, y lucharon por su libertad. Continuaron esta resistencia pese a todo, manteniendo hasta el final su compromiso con los valores por los que luchaban. Su postura frente a la amenaza de ejecución por parte del régimen asesino y enemigo del pueblo kurdo demostró su inquebrantable compromiso con la causa del Kurdistán. La lucha de Şêx Said y sus amigos, y su compromiso con esta lucha, son de gran importancia para el pueblo del Kurdistán. El pueblo kurdo nunca olvidará los esfuerzos y sacrificios de estas personas y su memoria."
La ejecución de Şêx Said fue la primera de una larga cadena de masacres
Con el Tratado de Lausana, el 24 de julio de 1923, se definieron las actuales fronteras estatales de Turquía, y el Kurdistán quedó dividido en cuatro partes. Esto también sentó las bases para el desprecio del pueblo kurdo y la negación de su existencia. Desde entonces, los kurdos han sido objeto de genocidio, asimilación y masacres bajo la soberanía de los Estados nación de Turquía, Irak, Irán y Siria. La KCK dijo: "El Estado turco en particular ha hecho de la realización del genocidio kurdo su principal objetivo. Como parte de este objetivo, se llevaron a cabo políticas de asimilación y genocidio en el Kurdistán, se prohibieron la lengua, la identidad y la cultura del pueblo kurdo y se impuso la turquitud al pueblo kurdo."
Sin embargo, el asesinato de Şêx Said y sus amigos es el primero de la larga cadena de prácticas genocidas que el Estado turco ha llevado a cabo más de cien años después de la ejecución de estos líderes de la resistencia. En la forma del régimen AKP-MHP de Recep Tayyip Erdoğan, el Estado asesino sigue confiando en su política de masacres de kurdos y kurdas que no se dejan subyugar. Como movimiento de liberación kurdo, prometemos impedir la pretendida aniquilación de nuestro pueblo. Nuestra solidaridad va a Şêx Said y a todos los demás soldados caídos del Kurdistán. La lucha continuará hasta la liberación".