La diputada británica Kate Osborne destacó en un debate en el Parlamento de Reino Unido la deriva cada vez más autoritaria del presidente Erdoğan y el Gobierno turco en un debate sobre la detención de políticos de la oposición en Turquía.

En un artículo que publicó en Labour Outlook, Osborne subraya que “la represión extrema y el declive de la democracia han sido motivo de preocupación en Turquía desde que se rompieron las conversaciones de paz en 2015 entre los kurdos y el presidente Erdoğan, y el golpe de estado fallido en julio de 2016 por parte de una facción de las fuerzas armadas turcas. Desde estos acontecimientos, hemos visto cómo se libra una guerra contra la población kurda y se lleva a cabo una escandalosa política exterior agresiva en Siria, Libia, Irak y Azerbaiyán”.

En el artículo, Osborne añade: “Tal y como están las cosas, el presidente Erdoğan y su régimen de extrema derecha están inmersos en una campaña de aniquilación contra el principal partido de la oposición, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), de mayoría kurda, arrastrando a Turquía a una mayor polarización política, agitación social e inestabilidad económica. Esto ha provocado que decenas de miles de periodistas, sindicalistas, profesores, políticos de la oposición, activistas de los derechos humanos, activistas de los derechos de las mujeres y un sinfín de personas más hayan sido encarceladas y/o despedidas de sus puestos de trabajo”.

Y continúa: “Los activistas y políticos del HDP han sufrido continuos acosos, detenciones y encarcelamientos, incluidas más de 700 detenciones sólo el 15 de febrero de este año. Se les detiene bajo el pretexto de “pertenencia a una organización terrorista” o “propaganda para un grupo terrorista”. Esto ha llevado a que todos los dirigentes del partido reciban largas condenas de prisión y a que los diputados electos y los políticos locales sean detenidos y sustituidos por fideicomisarios designados por el Gobierno turco. Ahora parece cada vez más probable que la actual embestida política y legal contra el HDP pueda acabar con la ilegalización del partido.

En las cárceles de Turquía, las condiciones de los presos políticos a manos de este régimen brutal son cada vez más salvajes. Los presos kurdos y del HDP son dispersados a propósito a kilómetros de distancia de sus hogares en zonas nacionalistas. Hay poco acceso a la asistencia sanitaria para estos presos políticos y fueron la única categoría de presos a los que se les negó la libertad de la que se beneficiaron presos comunes con el fin de evitar la propagación de la Covid-19”.

Osborne finaliza su artículo diciendo que “los socialistas que creen en la lucha por la paz y la justicia deberían estar extremadamente preocupados por la forma en que Turquía, aliado del Reino Unido, se está convirtiendo en un Estado de partido único, con una religión única y una ideología única. No podemos permitir que este gobierno haga la vista gorda ante las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo por gobiernos autoritarios represivos como éste. Debemos hacer todo lo posible para mostrar nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas kurdos, y seguiré utilizando mi plataforma en el Parlamento para denunciar estas injusticias”.