La socióloga Seher Akçınar Bayar afirmó que, a pesar de todas las presiones judiciales y políticas, el pueblo kurdo mantuvo la fortaleza de sus barrios y su presencia como actor político, y añadió que los kurdos podrían encontrar definitivamente una salida independientemente de la intensidad y el ritmo de la opresión.

Con sus políticas sistemáticas y de guerra sucia, el Estado turco también impone el deterioro social, político y cultural en el Kurdistán.

Seher Akçınar Bayar, socióloga, habló con ANF sobre cómo esto afectó a la sociología kurda y cómo los kurdos mantuvieron su dinamismo frente a todo ello.

Bayar afirmó que las políticas sociales y otras políticas criminales no progresan por sí solas y que los esfuerzos políticos, sociales y culturales de la gente también han sido atacados.

Los ataques son sistemáticos

Señalando que los ataques contra el pueblo kurdo continúan sistemáticamente en el marco de un plan, Bayar continuó de la siguiente manera: "Los conflictos armados, la represión política y la degeneración social forman parte de este proceso. De hecho, podemos ver que están intentando conscientemente poner de rodillas a la sociedad del Kurdistán. Hay un pueblo muy activo y políticamente consciente en la zona kurda. Para los gobiernos, romper esta conciencia es fundamental. Porque la capacidad de interpretar la propia verdad y la historia es el primer paso hacia la reforma social. Por lo tanto, los gobiernos a veces llevan a cabo este proceso con movimientos operativos, fuerzas armadas y otras herramientas para suprimir la conciencia del pueblo."

Los ataques también existían antes de 2015

"Podemos ver las políticas que se han promulgado, en particular con respecto a los jóvenes, los niños y las mujeres. Porque estas son las partes más activas de la comunidad kurda. En 2008-2009, por ejemplo, el tema fue "Niños que tiran piedras". Estos niños fueron condenados a 25 años de prisión por lanzar piedras a cualquier tanque o agente de policía. Cuando examinaban las palmas de las manos de los niños que iban por la calle y determinaban que tenían marcas de piedras, los detenían de inmediato. Semejante ataque a las mujeres, los niños y los jóvenes no es algo que no esperemos de ellos, por lo que es razonable afirmar que el proceso de degeneración social no comenzó en 2015. La degeneración social, las presiones políticas y las presiones militares se llevaron a cabo al mismo tiempo".

Las instituciones y la calle se alimentan mutuamente

Afirmando que las políticas de intimidación del Estado no están separadas unas de otras, sino que sólo en algunos períodos, algunas de ellas se aplican con más fuerza, Bayar dijo: "Los actores políticos han sido encarcelados en el pasado, mientras que el resto han sido amenazados por los tribunales. El ámbito político kurdo, que incluye la sociedad civil, la burocracia y las instituciones políticas, es, en mi opinión, una de las estructuras que se nutren de los barrios kurdos. Los planes de estas estructuras tampoco pueden revisarse por separado de la calle. Estas instituciones alimentan lo que ocurre en la calle, y la calle alimenta a las instituciones. En consecuencia, hay mucha presión sobre ella. También es crucial considerar cómo se defenderá cada kurdo de estas fuerzas. Por ejemplo, creo que las recientes reivindicaciones de la lengua materna y las iniciativas relacionadas, así como los estudios individuales, son importantes. En comparación con el pasado, creo que son importantes las peticiones de los padres a las escuelas para que permitan a sus hijos asistir a cursos electivos en kurdo".

Los kurdos deben encontrar una salida

Haciendo hincapié en que, a pesar de todas las limitaciones judiciales y políticas, los kurdos deben tratar de mantenerse fuertes y mantener su estatus como actor político, Bayar dijo: "Por ejemplo, la Iniciativa de Respeto y Justicia para los Muertos se ha esforzado por institucionalizarse cada vez más en los últimos tiempos, porque seguimos siendo una cultura que no puede ocuparse de los funerales como consecuencia de las exigencias políticas actuales". En consecuencia, a pesar de varias barreras judiciales y de seguridad, los kurdos pueden sin duda construir lugares en los que puedan existir. Incluso en este clima político, los kurdos son muy buenos para seguir y evaluar la actualidad. Independientemente de la gravedad y la frecuencia de la tiranía, creo que los kurdos encontrarán una salida a este caos. Podemos ver esto cuando miramos la historia. Esto puede verse claramente en el proceso de aislamiento general, así como en los presos en las cárceles y en los participantes de Newroz".