Los comerciantes de Amed hablan de sus dificultades en medio de la crisis económica

Los comerciantes cuentan las dificultades que atraviesan a medida que la crisis económica se profundiza en Turquía.

Paralelamente a la profundización de la crisis económica en Turquía, el dólar y el euro continúan subiendo. Para numerosos comerciantes, la situación es tan mala que están a punto de cerrar sus tiendas. Entre los comerciantes golpeados por la crisis económica en Turquía se encuentran los de Amed.

Un comerciante llamado Harun Harma, quien ha estado vendiendo té y tostadas durante 7 años en la carretera de Melikahmet, ha llamado la atención sobre el hecho de que las condiciones de vida están yendo a peor. Ha dicho que Turquía y el Kurdistán están experimentando su mayor crisis económica, y ha añadido que que ellos se encuentran al borde del colapso.

Enfatizando que no pueden cumplir con sus objetivos económicos pese a ser dos en casa con trabajo, Harma ha añadido: “Comienzo a trabajar a las 5 AM y no acabo hasta las 7 de la tarde, pero no soy capaz de llevar ni 100 liras a casa. Vendo té y tostadas, pero la gente ya no puede ni beberse una taza de té en la calle”.

Harma ha agregado: “Incluso en grandes puestos de trabajo se resisten ya a tomarse un té. Si esto ocurre, ¿qué podemos hacer? Nuestra situación es muy mala. No puedo pagar las facturas del agua o de la luz, ni mis préstamos. Peor aún, no puedo ganar lo suficiente como para pagar el alquiler de mi hogar. Tengo una deuda de electricidad de 70 mil TL y no puedo saldarla. Llevo 7 años en esta situación. Los electricistas vienen a mi casa y me cortan el suministro, y tengo que abrirlo de nuevo”.

Nunca antes había visto una crisis como esta

Mehmet Zeki Eren, quien ha sido comerciante en Sur durante 36 años, ha dicho que nunca antes se había enfrentado a una crisis como esta. Señalando que le avergüenza decir el precio de sus productos a sus clientes porque todo ha subido, ha agregado: “Mi tienda ya no vende lo suficiente ni para pagar sus propios gastos. Hay una profunda crisis económica y la gente está muy empobrecida. No podemos pagar nuestras deudas ni comprar nuevos productos porque la gente no compra. Tengo muchísimos problemas y no sé qué hacer. Dios, ayúdanos. La gente se está volviendo más pobre cada día y este Estado no hace nada para echar una mano”.

Eren ha continuado: “Pido ayuda a mis vecinos y amigos a final de cada mes, pero después de un tiempo no puedo devolverles el dinero que me han dejado. A medida que el dólar sube, los comerciantes tenemos más dificultades. Compramos el aceite que el año pasado nos costó 135 TL a 205 TL, pero seguimos vendiendo los postres al mismo precio. El dólar ha subido por encima de las 8 liras, el oro ha subido. Por tanto, nuestras facturas se han incrementado hasta 3 y 4 veces. El año pasado, la factura de la luz estaba a 90-100 liras, este año a 200-210. Hemos estado resistiendo durante años, pero no sé cuántos más podremos seguir haciéndolo. Si esto continúa así, me veré obligado a cerrar mi tienda”.

La gente no tiene dinero

Otro comerciante, Ali Demir, quien ha dicho que ha estado atravesando un proceso muy difícil durante estos dos últimos años, ha enfatizado que están tratando de sobrevivir pese a las dificultades.

Observando que los comerciantes no pueden vender nada porque los clientes tienen dificultades para comprar, Demir ha explicado que su negocio se ha complicado con el aumento del dólar.

Enfatizando que él no puede ni siquiera pagar el alquiler de la tienda y de su casa porque nadie compra, ha declarado que tendrá que cerrar su tienda si las cosas continúan así.

El desempleo es muy alto

Señalando que la situación económica está empeorando con el incremento de las divisas durante la crisis del coronavirus, la comerciante Şehen Yıldız ha añadido que la gente solía cubrir sus gastos de cocina por 20 liras, y que sin embargo ahora nadie tiene dinero en el bolsillo.

Yıldız ha declarado que la gente también se ve afectada por la falta de dinero, y ha añadido: “La tasa de desempleo es demasiado alta. Ya nadie viene al mercado. No hay economía en el país. Todos los días, las autoridades salen en la televisión y dicen que la economía es buena. Pero nosotros, que hacemos este trabajo, sabemos muy bien cómo está la economía. La realidad es muy distinta. Los que no hacen este trabajo no pueden entendernos”.

Ellos viven en un palacio mientras nosotros no podemos pagar el alquiler

Hasan Dalgüllü, que ha sido comerciante durante 25 años, ha declarado que no podría ganar lo suficiente aunque estuviera en el mercado de primera hora de la mañana a última hora de la noche: “No hay ingresos y nuestros gastos son demasiados”.

Dalgüllü ha añadido: “Tomé un préstamo del banco, pero ahora no puedo devolverlo. Todo ha subido. No tengo dinero y no sé cómo devolver el préstamo. Los productos que compré por 200 liras hace unos días ahora están a 400 liras. Estamos en esta situación a causa de las políticas equivocadas del Estado. Esta gente se va al palacio mientras nosotros no podemos pagar el alquiler de la casa y la tienda. En resumen, mi situación es muy mala”.