‘El feminicidio no terminará hasta que termine la ocupación’
El Estado turco y sus grupos aliados llevan a cabo feminicidios en Afrin, Serêkaniyê y Girê Spî, donde los asesinatos, las torturas y las violaciones continúan como política sistemática.
El Estado turco y sus grupos aliados llevan a cabo feminicidios en Afrin, Serêkaniyê y Girê Spî, donde los asesinatos, las torturas y las violaciones continúan como política sistemática.
Mientras las mujeres de todo el mundo celebran el 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y de la Solidaridad Internacional, Afrin, Serêkaniyê y Girê Spi son centros de feminicidios patrocinados por Erdogan.
El Estado turco intensifica los feminicidios en estas localidades mediante la aplicación de políticas genocidas contra los kurdos y las kurdas. Según los informes, al menos 119 han sido asesinadas y más de mil secuestradas.
Roşîn Hido, de la Organización de Derechos Humanos de Afrin, y Mîzgîn Hesen, del Centro de Protección e Investigación de los Derechos de la Mujer de Siria, han hablado con ANF sobre el asesinato de mujeres en los territorios ocupados por Turquía.
Documentados los asesinatos de 119 mujeres
Según los datos de la Organización de Derechos Humanos de Afrin, al menos 84 mujeres han sido asesinadas por los invasores desde el 20 de enero de 2018, y seis de ellas se suicidaron tras sufrir abusos sexuales. Aunque las fuerzas invasoras secuestraron a más de mil mujeres en Afrin, el destino de cientos de ellas sigue siendo desconocido. Según los informes, al menos 71 mujeres han sufrido abusos sexuales o violaciones en Afrin.
La Asociación de Derechos Humanos de Cizîrê, por su parte, señala que el Estado turco ha acabado con la vida de al menos 35 mujeres y dejado heridas a 98 en los ataques de invasión de Serêkaniyê y Girê Spi, así como en los ataques posteriores en regiones como Til Temir, Ayn Issa, Manbij, Kobanê y Zirgan.
Durante los ataques de ocupación en Serêkaniyê y Girê Spi, 429 personas perdieron la vida. Entre ellas había 64 niños y 14 mujeres. Durante la brutal embestida, 74 mujeres resultaron heridas. Desde el comienzo de los ataques de invasión en Serêkaniyê y Girê Spî, los invasores han secuestrado a 24 mujeres, mientras que han torturado y matado a cinco. Las explosiones se han llevado por delante al menos a cuatro mujeres más. Y seis mujeres han perdido la vida y otras dos mujeres y tres niños resultaron heridos en los bombardeos del ejército turco en Zirgan, Til Temir, Eyn Îsa, Manbij y Kobanê.
Los feminicidios son más frecuentes de lo que se documenta
Roşîn Hido ha declarado que el Estado turco y sus mercenarios cometieron más crímenes contra la humanidad en Afrin de los que se han documentado, y ha agregado: “Como Organización de Derechos Humanos de Afrin, no podemos entrar allí. No hay ningún comité independiente o institución de derechos humanos que pueda ir a Afrin y realizar investigaciones. Nos limitamos a escuchar y hacer una crónica de lo ocurrido hablando con personas que han huido de Afrin y han llegado a nuestra zona, y llamando a algunas personas que viven en Afrin. La mayoría de estas personas están demasiado asustadas para contar lo que han hecho los invasores. Tienen miedo de que los invasores maten a sus familias o parientes en Afrin. Cuando los encontramos por primera vez, son incapaces de expresarse. Sus estados mentales son terribles, sólo hablan de sus experiencias gradualmente con el tiempo. Algunas mujeres siguen sin poder articular sus sentimientos y el tormento que han sufrido a manos de los invasores”.
Quieren deshonrar a la gente
Según Roşîn Hido, los invasores han secuestrado a un gran número de personas en Afrin, incluidas más de mil mujeres. Ha afirmado que hay múltiples centros de tortura propiedad de los invasores en Afrin y que las historias de las mujeres retenidas en estas instalaciones son horribles.
“Las mujeres y los niños no les importan a los grupos mercenarios”, ha declarado. Y ha continuado: “Además, secuestran y torturan a las jóvenes. Hasta ahora, numerosas mujeres nos han contado sus experiencias en estos lugares de tortura. Una de ellas afirmó que en el centro de tortura en el que fue encarcelada por estos grupos tras ser secuestrada había 24 mujeres y 25 niños. Las mujeres están expuestas a la tortura física y psicológica en estos centros de tortura. Y casi todas las mujeres secuestradas por los invasores son agredidas sexualmente.
Una mujer de Afrin que permaneció en estas instalaciones de tortura afirmó que las fuerzas invasoras llevaron a los hombres kurdos que habían secuestrado y los torturaron delante de sus ojos. Afirmó que los invasores ni siquiera les dejaban cerrar los ojos para no ver lo que les hacían. ‘Los invasores me dijeron que golpeara a un hombre kurdo’, dijo otra mujer. Quieren humillar y debilitar a las mujeres y al pueblo kurdo mediante la tortura”.
“Las mujeres que han pasado por estas prácticas de tortura nos han dicho que también las entrevistó la inteligencia turca”, ha contionuado Roşîn Hido, llamando la atención sobre el hecho de que los crímenes contra la humanidad contra las mujeres en Afrin se cometen metódicamente bajo las directrices de la inteligencia turca.
Forzadas a contraer matrimonio
Según Roşîn Hido, los grupos vinculados al Estado turco en Afrin obligan a las familias de las menores de edad a entregar a sus hijas como esposas: “Cuando las familias no las aceptan, son tiranizadas y torturadas. En algunos casos, los miembros de los grupos mercenarios obligan a las niñas a casarse. Los matrimonios a una edad temprana se han hecho más comunes como resultado de las imposiciones de estos grupos en Afrin. El matrimonio infantil era extremadamente infrecuente en Afrin incluso antes de la revolución. Debido a la imposición de los mercenarios, muchas familias casan ahora a sus hijas con parientes antes de que alcancen la edad de consentimiento. Casan a sus hijas de mala gana con la intención de que se casen con nuestra gente y no con los mercenarios. El matrimonio infantil es ilegal prácticamente en todo el mundo, pero el régimen turco lo impone en nuestra cultura en Afrin como forma de perjudicar a las mujeres”.
Muchas mujeres han perdido su salud mental
Hido ha declarado que dos mujeres en Afrin acabaron muy mal mentalmente hablado como resultado de la tortura: “Este año, una mujer kurda llamada Zeliha perdió la cabeza como resultado del trauma que sufrió. Descubrimos que llevaba tres meses viviendo sola en el tejado de una casa. El año pasado, una anciana llamada Xazalê Selmo fue secuestrada en el pueblo de Basufanê porque se negó a aceptar el matrimonio de su hija pequeña con un miembro de un grupo mercenario. Perdió el equilibrio mental a consecuencia de las torturas que sufrió en un local de los mercenaios en Iska. Desde aquí la trasladaron a Turquía. Según la información que tenemos, ahora está detenida en la prisión de Marate”.
Temen la liberación de las mujeres
Señalando la existencia de todo tipo de torturas físicas, sexuales y psicológicas contra las mujeres en Afrin, Hido ha dicho: “En Afrin, las mujeres ya habían alcanzado un alto nivel de libertad antes de la ocupación. Eran activas en todos los aspectos de la vida social, las instituciones, la política y la administración. Con el tormento que han desarrollado contra las mujeres en Afrin, los ocupantes quieren privarlas de su esencia y su fuerza. La aniquilación de las mujeres es la aniquilación de la sociedad. Son muy conscientes de ello y concentran sus esfuerzos en las mujeres. El régimen turco está aterrorizado ante la liberación de las mujeres. A Erdogan le aterroriza la mujer libre. En consecuencia, tienen como objetivo a las mujeres kurdas para restablecer su fuerza de voluntad anterior.
Los genocidios y los feminicidios están entrelazados
No podemos considerar a las mujeres separadas de la sociedad. Debido a la ocupación, 300.000 personas se vieron obligadas a abandonar Afrin en marzo de 2018. Las mujeres perdieron sus vidas, sus hijos, sus familias y sus tierras como resultado de la invasión y la migración. Hoy en día, más de 100.000 residentes de Afrin viven en Shehba, pero nuestros barrios son bombardeados a diario. Matan a las mujeres. Hace unos días, en Shehba, atacaron con obuses el frente del campamento de Veger, donde viven los residentes de Afrin”.
Reacción internacional insuficiente
Según Mîzgîn Hesen, del Centro de Protección e Investigación de los Derechos de las Mujeres Sirias, están trabajando en la situación de las mujeres en Siria, especialmente en las zonas en poder del Estado turco. “Participamos en la conferencia desarrollada centralmente en Europa sobre este tema”, ha dicho Hesen, señalando que están tratando de transmitir al mundo las voces de las mujeres que viven en esta región y que son sometidas a diversas formas de tortura. “También asistiremos a un taller que se celebrará más adelante. Hemos vuelto a preparar un informe sobre las violaciones de los derechos humanos y la violencia contra las mujeres en los territorios ocupados”, ha añadido.
Hesen ha afirmado que hay una situación muy grave en las zonas bajo ocupación turca, en particular en Afrin, y que otras organizaciones de derechos humanos que trabajan en esta cuestión en el noreste de Siria también han compartido la información y los documentos que han obtenido con la opinión pública mundial, los Estados y la ONU. Pero ha querido subrayar que la respuesta internacional es insuficiente.
El asesino de Hevrîn Xelef todavía está libre
Hesen ha recordado el caso de Hevrîn Xelef, secretaria general del Partido Futuro de Siria, asesinada entre Til Temir y Girê Spî el 12 de octubre de 2019. Ha señalado que incluso en un asesinato tan abierto y violento, las potencias mundiales no cumplieron con sus responsabilidades y no responsabilizaron a los autores. “Estados Unidos castigó al comandante de Ahrar Sharqiya Hatam Abu Shakra, pero esto no es suficiente. Hatam Abu Shakra está ahora libre y sigue haciendo el mismo trabajo que hacía antes”, ha señalado.
La corte penal internacional no aceptó nuestra apelación
Mîzgîn Hesen ha recordado que solicitaron a la Corte Internacional de Justicia de Ginebra un expediente para juzgar a los asesinos de Hevrîn Xelef, pero sus peticiones fueron denegadas. “El informe que preparó como resultado de su investigación la iniciativa legal Verdad y Justicia para los Sirios contenía los nombres de dos personas. Descubrieron que Haris Rabah, una de estas personas, formaba parte del grupo que asesinó a Hevrîn Xelef y a los nueve civiles que estaban con ella y que había grabado el vídeo. Hatem al-Shakra fue el cerebro de la atrocidad. Incluimos los nombres de estas personas en el informe que estábamos preparando para entregar a la Corte Internacional de Justicia. Presentamos una solicitud al tribunal internacional, pero no fue aceptada. ‘Sí, sois un centro jurídico, pero hay que aplicar la norma del Estado’, nos dijeron. Todo esto anima a los invasores a cometer masacres y feminicidios. Seguiremos luchando para que se les procese”, ha explicado.
El feminicidio no se podrá frenar hasta que no termine la ocupación
Hesen ha llamado la atención una vez más sobre el hecho de que el Estado turco ha intensificado su violencia contra las mujeres hasta el nivel de feminicidio en Afrin y en las regiones de Siria que ha ocupado. Ha afirmado que los crímenes contra la humanidad y el feminicidio del Estado turco en Afrin sólo pueden detenerse poniendo fin a la ocupación.
“El Estado turco es un Estado asesino y antikurdo. Incluso a un comité independiente se le prohíbe entrar en Afrin para realizar una investigación. El mundo entero es consciente de la realidad de Turquía y de lo que ha hecho en Afrin. Si los Estados del mundo y las organizaciones internacionales no quieren ser asociados con los crímenes contra la humanidad y el feminicidio del Estado turco, deberían obligarles a abandonar Siria y poner fin a la ocupación”, ha concluido Hido.