Mustafa Peköz: “El reconocimiento de los kurdos en Siria es inevitable”

El escritor Mustafa Peköz asegura que el objetivo estratégico de Ankara es eliminar el estatuto político-social emergido al este del Éufrates con los kurdos en su centro.

El escritor Mustafa Peköz ha dicho que las amenazas de Ankara contra el Norte y el Este de Siria han quedado vacías, y ha enfatizado que lograr un reconocimiento constitucional en Siria para los kurdos es algo inevitable.

El escritor y experto en Oriente Medio ha comentado que la insistencia de Ankara en una “zona de seguridad”, junto a las amenazas de una operación contra Rojava, tienen por objetivo eliminar los éxitos alcanzados por los kurdos. Peköz ha asegurado que las amenazas se han tornado vacías en las últimas reuniones celebradas con los EE. UU. en Ankara.

Peköz ha hablado con ANF sobre los desarrollos en Oriente Medio.

Turquía ha vuelto al tema de la “zona de seguridad” que había abandonado por un tiempo. ¿Cómo debe entenderse esta nueva insistencia?

La propuesta de Ankara de una “zona de seguridad” tiene dos puntos de trasfondo político. Primero, busca limitar la zona de influencia de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) del PYD y tener voz en la zona de seguridad militar para ello establecida. Para ello, tratarán de disolver el modelo de organización política y social que las SDF han establecido en la región y su dominio militar. Segundo, quieren convertir el asunto en una solución para el “problema sirio”, que se ha convertido en un asunto de gravedad en la política doméstica de Turquía haciendo que el AKP pierda votos. Los sirios podrían generar una reacción social de calado en un futuro cercano, con lo que enviarlos al área controlada por las SDF es quizás una de las políticas más importantes del AKP. Este movimiento tiene el objetivo de modificar la demografía de la región contra los intereses de los kurdos, y a través de esto romper el control político, económico y organizacional de las SDF. Podría decirse que Turquía, dejando fuera de la ecuación a Siria, quiere abrir una nueva zona para los sirios que quieran establecerse al este del Éufrates. ¿Afectaría esta tendencia la política siria de Ankara? No creo que eso sea posible. Porque no creo que el plan de asentar a sirios en Rojava se haga realidad.

El debate de la “zona de seguridad” entre Turquía y los EE. UU. no parece haberse resuelto. ¿Cuál podría ser la conclusión? ¿Qué postura podrían tomar las SDF al respecto?

Ankara insiste en establecer un corredor seguro de 30 km para poder implementar el plan del que hemos hablado. Si no pueden hacerlo, no podrán poner fin al control político o militar de las SDF, ni enviar allí a los sirios.

La postura de las SDF en esto es especialmente importante. En su declaración, dijeron que las fuerzas militares se retirarán 5 km hacia su frontera estableciendo unas condiciones para ello, como la retirada de Turquía de Afrin. Han anunciado que no aceptarán la retirada de 30 km que Ankara exige bajo ninguna circunstancia, y no aceptarán ninguna fuerza del ejército turco entre las unidades militares que se establezcan en esta “zona de seguridad”.

Entonces, ¿qué piensan los EE. UU. de la “zona de seguridad”?

Primero debe entenderse cómo ven los EE. UU. a las SDF del PYD. Ahí radica el núcleo del problema. Pese a toda la insistencia de Turquía, el Enviado Especial de los EE. UU., James Jeffrey, dijo: “Nuestras reuniones continúan. Estamos tratando de equilibrar las distintas preocupaciones. Una parte es un socio local importante, y la otra un aliado de la OTAN”. Esto, lo que realmente muestra, es que consideran que tanto Ankara como Qamishlo tienen una relevancia importante y similar en sentido diplomático-político. La reunión del general estadounidense del CENTCOM Kenneth McKenzie con el Comandante General de las SDF Mazlum Kobane, cuando Jeffrey visitó Ankara, fue un mensaje para Ankara. El hecho de que los EE. UU. consideren que las SDF son un aliado importante en la lucha contra el ISIS, es quizás el eslabón más débil de la política de Ankara en Siria. Tampoco sería un error verlo como una derrota política para Ankara. Los EE. UU. están trabajando para que desde Ankara se acepte una propuesta intermedia para el corredor de seguridad de entre 10 y 15 km. Por supuesto, una de las piezas importantes de este rompecabezas es quién supervisará la zona de seguridad, algo que se sigue debatiendo. Es ampliamente aceptado que las unidades militares en la zona deberían ser una fuerza internacional al margen de las SDF o el ejército turco. Es por eso que la propuesta de Ankara para que las fuerzas del ejército de los EE. UU. y Turquía “defiendan” el área no ha prosperado.

El plan de una zona de seguridad de Washington, donde intentan lograr un equilibrio entre Ankara y Qamishlo, sea cual sea su extensión, es en verdad un proceso que se desarrolla contra Ankara. Ya sea que tenga 5 km o 20 km, una zona de amortiguación sin fuerzas del ejército turco, compuesta por unidades de la Coalición Internacional, proporcionará seguridad militar a las SDF.

El ministro de Defensa ha anunciado que establecerá un Centro de Operaciones Conjuntas en Turquía tras la reunión con los oficiales de los EE. UU. en Ankara. ¿Usted qué piensa?

Por supuesto, no hay información sobre los detalles de esta reunión o sobre el tipo de plan acordado. El breve anuncio muestra que las preocupaciones y demandas de Turquía han sido discutidas en la reunión, y que se ha decidido formar un Centro de Operaciones Conjuntas. Creo que la parte estadounidense está informando a las SDF de estas reuniones regularmente. Los EE. UU. no tomará ninguna medida que las SDF no aprueben. No sería una sorpresa que las SDF se unieran a este Centro de Operaciones Conjuntas que se establecerá en un futuro. Turquía podría obtener un alivio enviando a los sirios que se están convirtiendo en un problema en la política interna a ciertas regiones. Aparte de eso, no creo que haya un desarrollo que cambie las posiciones político-militares en el este de Siria.

Si Turquía y los EE. UU. acuerdan establecer una zona de seguridad, esta incluirá sin duda las regiones fronterizas de Jarablus, Al Bab, Afrin e Idlib. Los problemas que dicho corredor podrían originar con Rusia son otra historia. Para ser sincero, no existe una decisión concreta que no sea establecer un Centro de Operaciones. En otras palabras, las amenazas de Ankara de lanzar una operación contra el este del Éufrates son nulas y carecen de efecto en estos momentos.

El mismo día en que los debates sobre la zona de seguridad debían discutirse con la delegación estadounidense, el presidente Erdogan amenazó con atacar el Norte y el Este de Siria. ¿Cómo podría entenderse esto?

Todavía está por verse cuán realista es la insistencia de Erdogan en el este del Éufrates, o si se implementía en la práctica o no, pero inmediatamente después de la reunión del general de los EE. UU. con el comandante de las SDF, se enviaron cientos de vehículos cargados de armas a las SDF. Y tanto las SDF como las fuerzas de la Coalición Internacional, iniciaron patrullajes en Serekaniye y las zonas fronterizas. Esto, claramente, no fue una coincidencia. El Secretario de Defensa de los EE. UU., Esper, dijo en Japón que evitarían intervenciones unilaterales que dañaran los intereses comunes de los EE. UU., Turquía y las SDF, lo que tiene un significado político y militar, además de ser un mensaje para Ankara. Básicamente, dijeron: “Si lanzan una operación, tendrán que enfrentarse a nosotros”. Incluso si el Centro de Operaciones Conjuntas debatido en la reunión entre los EE. UU. y Turquía no surgiera, seguiría siendo una probabilidad baja el que Ankara lanzara una operación unilateral.

La Coalición Internacional defiende el aeródromo oriental del Éufrates. Sin la aprobación directa de Moscú, Washington y Bruselas, una operación terrestre de Ankara implicaría riesgos mucho más serios de los que uno podría pensar. Las SDF tienen misiles con un alcance de 25 a 30 km, así como otras armas pesadas. Se dice que también tienen un sistema de defensa aérea. Por esto, lo primero que quiere Ankara es arrebatar ese armamento a las SDF. Sin embargo, la Coalición liderada por los EE. UU. se ha negado a dar cumplimiento a este punto.

En este sentido, si la alianza de Erdogan y Bahceli trata de iniciar una aventura en Rojava, esta podría acabar provocando una gran decepción.

¿Está la posición de Turquía dirigida a Oriente Medio en conjunto y apuntan concretamente a Rojava nuevamente para intentar evitar el estatus que los kurdos podrían alcanzar allí?

El objetivo estratégico de Ankara es eliminar el estatuto político-social emergido al este del Éufrates con los kurdos en su centro. El posible establecimiento de una zona autónoma en la Constitución siria no solo crearía un cambio estratégico en el equilibrio político interno de Siria, sino que también afectaría al estado político y la estrategia regional de Turquía inevitablemente. Los kurdos con un estatuto legal oficial en forma de federación o autonomía en Siria como en Irak, claramente sacudirían a Ankara. Por eso Ankara aprovechará cualquier oportunidad de evitarlo. La prioridad allí es eliminar el sistema institucional político y militar establecido de facto y basado en el PYD bajo el control de las SDF. El objetivo de Ankara con la operación que desea llevar a cabo es crear un ejército en la región además de generar el caos, ahora que es una zona estable, acabando con los logros alcanzados por los kurdos.

Pero la realidad política en Siria parece decirnos que los kurdos obtendrán su estatuto permanente en la zona autónoma, que es una realidad inevitable que la ONU organice este nuevo páis. No parece probable que Ankara pueda detenerlo.

¿Qué harán los otros actores si los kurdos logran un estatus en Oriente Medio?

Las relaciones regionales de los kurdos están aumentando a un ritmo mucho más intenso de lo que parece. La zona autónoma de las SDF que desean establecer en función de la integridad territorial de Siria está claramente aceptada por los Estados Unidos, la ONU, la UE, los países del Golfo y el mundo árabe, Israel e incluso Rusia e Irán. Como tal, en el contexto de relaciones globales y regionales, existe un apoyo serio a los kurdos. Esta realidad también muestra que una operación lanzada unilateralmente por Ankara sin tener en cuenta el equilibrio regional crearía serios problemas. Por lo tanto, se vuelve más importante que nunca para las SDF aumentar los esfuerzos diplomáticos regionales y mundiales. A veces, la diplomacia puede lograr resultados más estratégicos que las armas.