Pernando Barrena, eurodiputado de La Izquierda - EH Bildu y Oihana Etxebarrieta, diputada del Parlamento Vasco - EH Bildu, escribieron un artículo sobre el caso Kobane. Los dos políticos vascos se unieron a los numerosos observadores internacionales en la primera vista del caso.
Hoy se reanuda el juicio en Ankara y ante él los dos políticos vascos han querido enviar un nuevo mensaje de solidaridad. Aquí está el texto del artículo:
Una enorme sala de conferencias medio llena. Cientos de policías y militares ocupan la mitad del espacio, y los observadores internacionales del juicio contra el HDP estamos colocados al fondo; entre periodistas y parlamentarios y parlamentarios del HDP. No entendemos muy bien lo que pasa, pero gracias a las personas que nos traducen, conseguimos poner palabras a las imágenes que vemos. El juez no deja entrar a todos los abogados, un claro ejemplo de cómo van a ir las cosas en el juicio a partir de este momento.
Conseguimos entrar, cosa que dudábamos, y aun así, sabiendo que había ojos observando el desarrollo del juicio, comprobamos que no sólo se inicia el juicio sin la presencia de todos los abogados, sino que han negado a los enjuiciados el derecho a un primer alegato. No había una buena traducción de lo que decían los compañeros que hablaban en kurdo; los encarcelados por este caso que están fuera de Ankara siguieron el juicio por videoconferencia, con la señal cayéndose, perdiendo la voz y la imagen todo el tiempo, etc.
El juicio, que comenzó el 26 de abril, tuvo que ser aplazado debido a la pandemia y al bloqueo declarado en Turquía. Se reactivó el 18 de mayo y continuará el 14 de junio. Nos gustaría poder decir que el trabajo realizado por la defensa de los acusados llamó la atención sobre el hecho de que lo que se les juzga no es un delito. Hay que recordar que estas 108 personas están siendo juzgadas por mensajes que publicaron en sus redes sociales en 2014 ofreciendo ánimos a los combatientes que se enfrentaban al ISIS en Kobanî. Cuando el mundo miraba a Rojava y agradecía la rebelión ciudadana frente a la barbarie del ISIS, Turquía detenía y encarcelaba a personas que hacían lo mismo. Se les acusa de enaltecer el terrorismo y difundir propaganda terrorista. Esto podría dar lugar a que todos los vinculados al HDP sean condenados y que esta condena sirva de excusa para poder ilegalizar el partido que les une. Un partido, no lo olvidemos, que es la tercera fuerza en Turquía y que gobierna en muchos municipios (que han sido secuestrados por el AKP).
Ante esta situación, no podemos quedarnos de brazos cruzados. En el País Vasco estamos muy familiarizados con este tipo de comportamientos, cerrando medios de comunicación, partidos políticos, organizaciones... por su ideología política, intentando vincularlos a la apología del terrorismo, y al terrorismo mismo. En este mundo globalizado, podemos garantizar que "cuando vinieron a por los vascos, no dije nada porque no era vasco" no es aplicable a nuestros amigos del HDP. Siempre estuvieron ahí, siempre nos apoyaron, siempre caminaron a nuestro lado. En cuanto a nosotros, no nos mordimos la lengua "cuando vinieron a por los kurdos".
Es curioso que cuando las instituciones europeas revisan periódicamente el cumplimiento de las exigencias europeas hacia Turquía como Estado candidato a ser miembro de la Unión Europea, se oigan tan pocas voces a su favor. Han pasado más de veintiún años desde la condición de Turquía como aspirante a miembro; y en particular, en cuestiones relacionadas con la protección de los derechos humanos y las libertades individuales, Turquía ha fracasado claramente porque su retroceso es más que evidente. Tampoco la Unión Europea está en condiciones de juzgar a Turquía en materia de derechos humanos. Sólo hay que recordar la sangrienta realidad de esos campamentos de refugiados en las fronteras exteriores de la UE, o los miles de migrantes que han perdido la vida en el Mediterráneo ante la pasividad de la Unión. Quizás por eso ambos, Turquía y la Unión Europea, fueron capaces de llegar a un acuerdo hace cinco años, con grandes cantidades de dinero de por medio, para bloquear la entrada de refugiados en Europa. Y quizás también, debido a esa sensibilidad democrática mejorable de Turquía y de la UE, Europa sigue mirando para otro lado cuando llegan a la escena mundial las noticias de la represión del gobierno turco contra cualquier expresión de la situación nacional kurda o simplemente de la disidencia política de izquierdas.
Europa da prioridad a los intereses geopolíticos sobre el cumplimiento de los Derechos Humanos. En el caso de Turquía, mantiene una Unión Aduanera a pesar de ser un régimen autoritario; las cláusulas de Derechos Humanos no se aplican aquí.
El proceso de ilegalización del HDP es un abuso inconmensurable, pero Turquía juega con ventaja. Sabe que el TEDH lo anulará cuando llegue el momento porque es totalmente nulo desde cualquier punto de vista. Pero para entonces, los acontecimientos se habrán convertido en hechos probados. Por eso la condena política e institucional es más necesaria que nunca y supone decir que Turquía actúa como actúa porque Europa se lo permite.
Por eso, desde las distintas instituciones en las que participamos, EH Bildu ha hecho declaraciones, ha celebrado debates y ha establecido resoluciones contra este macrojuicio. No podemos dar la espalda, y debemos utilizar todos los amplificadores a nuestro alcance para hacernos ver y escuchar, para expresar que el pueblo kurdo, el HDP y todas las personas reprimidas por el autoritarismo de Erdogan pueden contar con nuestra solidaridad. Y no sólo de las instituciones. Junto con el movimiento popular y social a favor de un Kurdistán libre, saldremos a la calle y daremos a conocer nuestra preocupación y solidaridad. Y hoy, enviamos este mensaje a quien lea esto, no podemos dejarlos solos. Están luchando contra el totalitarismo y el fanatismo, están luchando por una sociedad libre, basada en la justicia social, el feminismo y la ecología. Sus logros son los nuestros, y como bien dicen nuestras compañeras feministas, si afecta a una de nosotras, nos afecta a todas.